En plena huelga contra las reformas de Sarkozy nos fuimos a París. Ya habíamos quedado con unos amigos/colegas y no era cuestión de rajarse porque no hubiera metro, tren, ni forma sensata de llegar desde el aeropuerto de Orly al centro de la ciudad. A un mes de nuestra salida tampoco queda ya mucho tiempo para permitirnos escapadas, aunque 48 horas en París siempre son un placer a pesar de que se trate de un viaje de trabajo.

Pierre Haski, ex director adjunto de Libération -en la imagen, con Borja Echevarría-, corresponsal en Pekín del mítico diario entre 2000 y 2005, comienza contándonos su aventura en la red en un café junto al Marché des Enfants Rouges (el mercado de los niños rojos), en el barrio de Le Marais. El pasado mes de mayo, Haski y otros tres experimentados periodistas lanzaron Rue89, un proyecto independiente de información general del que inmediatamente nos sentimos cómplices.

La primera cita fue excitante: hablábamos el mismo idioma y compartíamos una visión común sobre la realidad de internet y de los medios de comunicación. En su redacción, ubicada en una incubadora de start-ups no muy lejos de la Bastilla, nos cuentan cómo fabrican su original concepto informativo. Nosotros también nos desnudamos y les explicamos qué es soitu.es y lo que pretendemos. En Francia, los lectores les avalan y confirman que van por el buen camino, y que hay un espacio para una mirada diferente sobre la actualidad. Una intensa jornada que culmina con ostras y champán en Montparnasse. Al fin y al cabo somos unos turistas en París.

A la mañana siguiente le devolvemos la visita a Fogel. En la sede de Le Monde interactif, Jean-François y Benoît Raphael nos contagian el trepidante ritmo de lepost, su nueva criatura. Mucha adrenalina, frescura y humor para contar, en compañía de los lectores, lo que sucede cada día.

Y para cerrar el viaje, cotilleo rosa: Marichalar, en el aeropuerto, mira la portada del Hola que él mismo protagoniza.