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Melodías futboleras

Por george_best
Actualizado 23-06-2008 19:53 CET

Tras dos trepidantes semanas, la Eurocopa nos da un momentáneo respiro de un par de días. Buen momento para relajarnos escuchando un poco de música mientras esperamos la recta final del campeonato. Claro que, inmersos en la competición, nos cuesta quitarnos el fútbol de la cabeza. Vamos a hacer, por tanto, un repaso a la relación intermitente, aunque intensa, existente entre música y fútbol.

Ambas disciplinas discurren por caminos diferentes que de cuando en cuando se encuentran, a menudo con resultados satisfactorios. Y no, no nos referimos a la vergonzosa canción de El Koala para el anterior Mundial, ni al hooliganesco 'A por ellos'. Ni si quiera al musicalmente insustancial 'Pasar de cuartos' de los televisivos Pignoise, grupo del que es integrante el ex jugador madridista Álvaro Benito.

El primer punto de conexion de música y fútbol son los himnos de los equipos, a menudo lamentables, especialmente los de los clubes españoles (lo de las mocitas madrileñas tiene delito). La mayoría pide a gritos una actualización. Claro que si ello supone hacer un himno tan soporífero como el de Plácido Domingo para el centenario del Madrid, mejor que lo dejen estar.

Fuera de nuestro país los himnos son otra cosa, especialmente en Inglaterra y Argentina. Curioso es que el más conocido en el mundo no sea un himno oficial, sino el oficioso 'You’ll never walk alone' de Gerry and the Peacemakers, que en su día se apropiaron los hinchas del Liverpool. Otra canción que ha asimilado el mundo del fútbol es el 'We are the champions' de Queen, que se ha convertido en obligatoria en cualquier celebración deportiva. Si de himnos futboleros hablamos, merece una mención el 'World in motion' realizado por New Order para animar a la selección inglesa en el Mundial de Italia 90 o el 'Three Lions' que hicieron The Lightning Seeds con idéntico motivo para la Euro 96 que los ingleses jugaban en casa. Comparar estos temas con los nombrados unos párrafos más arriba para animar a nuestra selección es un ejercicio deprimente.

Lo cierto es que la música pop siempre ha prestado atención al mundo del fútbol, al contrario de lo sucedido con otras disciplinas artísticas más cultas, como la literatura, que a menudo ha tratado al balompié con condescendencia, cuando no con desprecio. Conocida es la historia de amor entre Elton John y el club de sus amores, el Watford, del que se hizo cargo durante unos años, o la afición de los hermanos Gallagher, casi tan adictos al fútbol como a la cerveza, llegándose a rumorear la compra del Manchester City por parte de Noel.

Los escoceses Belle and Sebastian cantaron en su día 'I don’t want to play football' -incluida en la banda sonora de Storytelling-, a pesar de que Stuart Murdoch y compañía son reconocidos hinchas futboleros y habituales a los partidos que se organizan en el FIB. Los Speedtwins fueron más radicales con su 'I hate football'. Por su parte, el acercamiento de The Smiths tuvo a un aficionado como protagonista en 'Sweet and tender hooligan'.

En nuestro país, multitud de grupos han usado el fútbol en sus temas. Mención aparte merecen los granadinos Los Planetas, con temas como 'La Copa de Europa', 'El artista madridista' y 'Un buen día', donde leían el Marca y Mendieta  marcaba "un gol realmente increíble". Preciosa la portada de este single, donde Javier Aramburu recrea un Marca de época. El mentado Mendieta es, por cierto, uno de los pocos futbolistas melómanos declarados. Siempre ha reconocido su devoción por la Velvet Underground, Luna, The Doors o los mismos Planetas.

Desempolvando discos de los 80 nos encontramos con Glutamato ye ye, que mostraban su pasión colchonera en 'Soy un socio del Atleti'. Por la misma época Los Nikis cantaban 'Enrique el ultrasur', una ramoniana canción donde algunos suspicaces quisieron ver una apología de la violencia ultra. También Carlos Berlanga tituló a principios de la década de los 90 una canción con el escueto nombre de 'Fútbol', mientras que Los Sencillos mostraban su hastío con el tema en 'Siempre hablando de fútbol'.

Los brillantes e inclasificables maños El Niño Gusano titularon a mediados de los 90 un tema con el nombre de 'Vicente del Bosque', antes de que salmantino volviera a la fama entrenando al Madrid. De las cenizas del grupo zaragozano han surgido Tachenko y La Costa Brava. Los primeros titularon uno de sus trabajos 'Las jugadas imposibles', donde incluían canciones como 'Arconada' o '1986' ("Dónde estabas en el 86 / cuando no sabía nada de ti / Argentina 3, Alemania 2 / y esto va a acabar así"). De los segundos es 'El cumpleaños de Ronaldo', donde Fran Fernández (también en Australian Blonde) recuerda sin citar explícitamente a Vania Millán, ex-Miss España y efímero ligue del astro brasileño.

Y es que el fútbol funciona muy bien como metáfora del amor y el desamor. Quién no comprende mejor un desgarro sentimental si se compara con la desilusión que supone un descalabro de su equipo. Qué mejor para explicar la felicidad del enamorado que compararlo con la euforia de que el club de tus amores logre un título anhelado. Así, Tarik y la Fábrica de colores recuerdan un antiguo amor en 'A balón parado', mientras que La Habitación Roja se suman al símil con 'El pase de la muerte'. Antes ya habían pronosticado que 'Nunca ganaremos el mundial'. Los cordobeses Deneuve titulan su último disco 'El codazo de Tassotti'. En una canción anterior ya habían rendido homenaje a la Copa de Europa ganada por el Madrid en París en 'Saint Denis 3:0'. Claro que, para homenaje al club blanco, nada como el 'Sueño merengue' de Las Escarlatinas.

Algunos jugadores, los más grandes, han tenido reconocimiento con canciones dedicadas exclusivamente. Los mallorquines La Granja dedicaron un tema a Etoo cuando aún jugaba en el equipo balear. Maradona "no es una persona cualquiera, es un hombre pegado a una pelota de cuero" en la canción de Andrés Calamaro y es canonizado por Mano Negra en 'Santa Maradona'. También Kubala tuvo su recuerdo en la voz de Serrat. Pero el mayor homenaje lo tributó el fantástico grupo de indie rock The Wedding Present, que titularon 'George Best' su disco de 1987, con foto incluida del genio irlandés del Manchester en la portada. Precisamente George Best, por su imagen y su forma de vivir al límite, sea seguramente el futbolista más parecido que ha existido a una estrella de rock.

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