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La gran mentira de lo "natural"

  • De cómo se venden remedios "naturales" como si fueran inofensivos
Por ESTHER SAMPER (SHORA)
Actualizado 08-01-2008 09:16 CET

"Lo natural es más sano", "Es completamente natural y, por tanto, totalmente seguro", "No es tóxico porque es natural". Todos somos bombardeados con las mismas falaces frases fruto del marketing. Frases ajenas a la realidad con una sola intención: Captar al cliente y ganar dinero.

Lo "natural" está de moda, es algo que no puede negarse. Muchos productos de consumo se etiquetan de naturales para ganar ventas. Y la tendencia va más allá, alcanzando los famosos remedios naturales que se separan de los tratamientos farmacológicos convencionales asegurando que ellos son seguros, que no tienen efectos adversos y que son más sanos para el cuerpo humano porque son naturales.

Al mismo tiempo, tachan a la medicina moderna de emplear un "tratamiento químico" con una connotación claramente despectiva. Una afirmación que no hace sino relucir la ignorancia de quien lo menciona. Tanto los remedios naturales como los fármacos son tratamientos basados en los efectos de sus componentes químicos. Pero hay una gran diferencia entre ambos: en los fármacos, estos componentes químicos se aislan, se controla su cantidad, se mezcla con otras sustancias (excipientes) para mejorar su absorción, digestión u otros procesos. En definitiva, se trata de convertir en más eficaz y seguro ese componente químico determinado.

Una hierba a la que apellidan "curativa" no es sino un producto "en bruto" del componente químico que queremos utilizar para tratar una determinada dolencia. No controlamos la cantidad ni la pureza en la que está, no podemos mejorar su absorción o digestión y ni tan siquiera se administra aislada sino que se acompaña de muchos más componentes químicos que resultan inútiles, cuando no tóxicos. Eso sin contar que no siguen unos controles tan estrictos como los fármacos.

Un ejemplo muy claro lo tenemos con la famosa aspirina cuyo principio activo es el ácido acetil salicílico. Un componente químico cuyo precursor, la salicilina, se encuentra de forma "natural" en la hoja de sauce. De hecho, la hoja de sauce se tomaba antes de la época de la aspirina como tratamiento para el dolor.

Fue, a través de los adelantos de la ciencia, cuando se descubrió cuál era el componente químico que producía su efecto contra el dolor para posteriormente aislarlo. De esta forma, se pasó de tener unas hojas de sauce que se tomaban sin ningún tipo de control para tratar el dolor, a tener unos comprimidos con una cantidad de principio activo definido, aislado y asociado a otros componentes que permitían mejorar su eficacia y seguridad.

Y, ya que tocamos el tema de la seguridad, las remedios naturales no es que sean precisamente seguros. Para comenzar, ni siquiera sabemos la concentración de sustancia que hay en una determinada hierba para tomar más o menos de ésta. Se puede decir que se va a ciegas en cuanto a la dosificación. Esto puede acarrear muchos problemas de dos formas distintas:

-Que no tomes la cantidad necesaria y, por tanto, no trates tu dolencia.

-Que te pases de la cantidad necesaria y comiences a padecer efectos tóxicos.

Sí, aunque los que vendan hierbas no lo digan, tienen efectos tóxicos y adversos como cualquier otro fármaco. Ni los remedios naturales son 100% seguros ni los fármacos modernos son tóxicos porque sean "artificiales". Gran cantidad de plantas y setas son naturales, pero también son tóxicas. Por mencionar algunos: La Amanita phalloides o incluso el "inofensivo" poleo que a dosis altas es tóxica.

Pero un ejemplo aún más llamativo e ilustrativo de todo esto, que se está viendo mucho porque está de moda, es el famoso Ginseng. Mucha gente lo está tomando sin ningún control ni miedo pensando que como es natural, es seguro. Resultados: Personas que acuden a consulta con una hipertensión exagerada, insuficiencia renal o varios casos de infartos al corazón por el consumo de ginseng. De hecho, está muy definido el Síndrome de Abuso del Ginseng: Hipertensión, insomnio, agitación, diarrea y erupciones en la piel. Todos esos efectos adversos para un remedio "natural" cuyos beneficios son discutidos cuando no inexistentes.

Como dijo Paracelso una vez: "La dosis hace al veneno". La sustancia más inofensiva, como puede ser el agua, puede resultar tóxica si se ingiere en grandes cantidades. Absolutamente todo en este mundo puede resultar tóxico, pero gracias a los fármacos conocemos y controlamos la barrera que separa el beneficio de la toxicidad. Algo a lo que no llegan los remedios naturales, que se muestran como 100% seguros sin ni siquiera conocer las dosis en los que se encuentran sus principios activos. Utilizarlos es casi como disparar una escopeta de feria, la mayoría de veces fallarás en "acertar" a tu dolencia, otras el tiro te saldrá desviado y padecerás las consecuencias. Todo para que al final, quien salga ganando sea siempre el feriante que anuncia los premios sin mencionar las trampas.

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