BARCELONA.- La tiranía del marketing y el valor de una imagen o de una cara pueden tener una respuesta económica elevadísima. Hasta aquí, nada nuevo. Pero el reto principal recae sobre todo en desconocer si la imagen utilizada «ligará» con el producto que desea venderse.
¿Y a qué viene esto? Pues viene a que Renault acaba de firmar un acuerdo que le abre las puertas a un inmenso mercado potencial, como es el ruso. La firma francesa se ha hecho con el 25% del gigante Autovaz. Y decimos gigante porque, aunque en nuestro país resulte un fabricante poco conocido, sus ventas en el país del vodka son espectaculares.
Gracias a ellas, Renault se convertirá nada menos que en el tercer fabricante mundial con una producción de seis millones y medio de vehículos. Esto sucederá cuando, antes de acabar el primer semestre del año, acabe adquiriendo el 50% de Autovaz.
Sólo Toyota y General Motors estarán por encima del conglomerado galo, cuyo principal mercado ya no ocupará tierras francesas ni españolas sino que recabará en la gélida nación del Este. Lo que no sabemos es si esta situación cambiará las prioridades de Carlos Ghosn, presidente de Renault, a la hora de promocionar sus productos. Sí, está claro que el público objetivo de Autovaz dista bastante del que posee el fabricante francés pero, vista la explotación de la «marca» Fernando Alonso durante los últimos años, no hay que descartar ninguna posibilidad.
¿Veremos a Fernando al volante de un Lada en páginas de publicidad de diarios, en spots televisivos o en banners de Internet? ¿Quizá un discreto logo de la firma rusa en el R28 de Fórmula 1? La verdad es que cuesta de imaginar pero, analizando cómo va el tema empresarial hoy en día, también es cierto que a un activo de tales características hay que sacarle todo el jugo posible. ¿Hasta dónde estaría dispuesto a ceder el piloto asturiano?
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