Secciones bajar

La música no vale nada

  • Apple negocia con las discográficas el acceso libre a la música a cambio de una prima en el precio de su móvil
Por JUAN VARELA (SOITU.ES)
Actualizado 24-03-2008 19:39 CET

MADRID.-  La ley de la oferta y la demanda es implacable con la música: hay demasiada oferta, tanta que el precio de la música se aproxima a cero. Apple negocia con las discográficas un trato para convertir la música en un commodity, en un elemento de marketing para los móviles, los iPhone, los iPod, los reyes del nuevo negocio digital.

"El precio del contenido sigue cayendo. No sólo en música, donde el precio de la oferta (on line) se aproxima a cero". Son palabras de Michael Wolff en su libro Autumn of the Moguls, de 2004. "Esta es la razón principal: cuanto más accesible es el contenido, menos valor tiene".

Desde entonces la economía digital no está acabando sólo con los costes de comercialización y distribución, sino que afecta radicalmente al precio de los contenidos, sean música, información, televisión o cine.

El contenido no es el rey, como orgullosamente han dicho algunos de los herederos de la vieja cultura analógica. En la era de la información se paga por los aparatos y por la conexión: redes y servicios. El valor ha vuelto al hardware, que no puede distribuirse digitalmente. Y está, como siempre, en el canal de distribución: en las redes y los equipos que permiten acceder a los contenidos.

Apple quiere vender más iPhones, más iPods, por eso ofrece un trato a las discográficas para ofrecer libre acceso a su música a cambio de una prima en el precio de los aparatos móviles.

La empresa de Steve Jobs sigue la estela de Nokia con su Comes with music, su producto de marketing anunciado en diciembre pasado para ofrecer un año de canciones gratis en sus móviles. Eso sí, a menor precio. iTunes es el líder del mercado de las descargas legales, iPod es el rey de los reproductores mp3 y iPhone quiere ser el teléfono revolucionario para llevar toda tu vida, tus redes sociales y tus contenidos en el bolsillo.

Steve Jobs quiere imponer sus reglas, como cuando pidió el fin de la música con DRM al tiempo que Apple mantiene sus programas anticopia.

Los expertos calculan que los usuarios están dispuestos a pagar 64 euros (100 dólares) de sobreprecio por un móvil o mp3 con acceso a música o una suscripción de cinco euros mensuales (entre 7 y 8 dólares).

Con un 15% del negocio de la música en el mercado digital, según datos de la propia industria discográfica, la reinvención del negocio está a las puertas. Los modelos de suscripción vuelven a presentarse como alternativa a la música a cambio de publicidad cuando la recesión acecha el crecimiento de la inversión publicitaria.

Nokia lo tiene claro. Su apuesta son las redes sociales, los vídeos, las fotografías y la música en el móvil y en sus propios servicios de alojamiento y gestión de los contenidos de sus usuarios.

Apple va con ventaja. Ya tiene a una clientela fija y en crecimiento enganchada a sus equipos y a su tienda digital.

PriceWaterhouseCooper (PWC) calcula que la venta de CDs desciende un 7,5% anual en Europa. En España, más, debido al impacto de la piratería y las descargas.

Por eso nadie se puede sentar a esperar y ver, como ha dicho el cantante de R.E.M., Michael Stipe. El negocio cambia.

La música digital es un producto de marketing. Para vender móviles, para promocionar giras y conciertos o para conseguir compradores de más música.

Quizá ese sea el mejor de los negocios. Ofrecer canciones gratis o a bajo precio para conseguir que la gente escuche y compre más música.

¿Y los artistas?

Radiohead, Nine Inch Nails o R.E.M. experimentan con la música gratis como marketing de productos musicales con mayor valor añadido: canciones exclusivas, vídeos, cofres lujosos.

El problema para los artistas es doble: mantener los derechos de autor de su obra y no acabar atrapados por las propias nuevas redes de distribución, promoción y comercialización, las redes sociales o los buscadores, como repetidamente han insistido músicos como Billy Bragg o David Byrne. La paradoja del control 2.0.

El negocio de la música, no hay duda, está cambiando.

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.

Di lo que quieras

Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.

Volver a vidadigital Volver a portada
subir Subir al principio de la página