Morreo colectivo

VALENCIA.-  Mª Dolores de Cospedal da las gracias a sus padres, Rajoy a Viri, Camps a Rita, Rita a los periodistas.Y así, embargados por la emoción de que ya ha llegado la hora de salir pitando, y enredados en agradecimientos a diestro y siniestro, se produce un estallido de generosidad colectiva en la que hasta Aznar recibe las gracias del elegido.

Descontando la alegría de volver a casa y respirar un aire menos viciado, la despedida y cierre de este congreso ha sido soporífera. los líderes estaban tan cansados que hasta Aznar ha guardado su excelso catálogo de gestos para otra ocasión. Incluso ha recibido con una sonrisa, que no parecía demasiado sincera, el reconocimiento de Rajoy al señalarle como su segundo valedor, detrás de Manuel Fraga.

A la salida intento que el presidente de honor me cuente sus impresiones. Camina a buen ritmo del brazo de su mujer. Contesta lo que ya me se de memoria. "Yo no hablo, ya no soy político, pregúntale a Ana". "Lo entiendo", le digo, "ya lo ha dicho todo, se habrá quedado a gusto". Suelta una espontánea carcajada y nos despedimos. Si no fuese por estos momentos de diversión, lo normal sería que un periodista acabase alienado repitiendo sin parar agua, España, terrorismo. Esta es la sobredosis de conceptos a que los que nos han sometidos los líderes populares.

Si en algo coinciden Aznar, Rajoy, Acebes o Cospedal es que incluir las tres palabras en sus discursos, al menos una docena de veces cada una. Si tuviéramos un aplausómetro, agua se situaría en primera posición, seguida de terrorismo y España. Cospedal se pasea por la sala de prensa con sus orgullosos padres. Su madre es una mujer muy guapa a la que los periodistas le imponen cierto respeto. Imagino que no se fía. "¿Le han emocionado las palabras de su hija?", le pregunto tras felicitarla. "Mucho, la verdad, su padre y yo estábamos muy impresionados y contentos". ¿Se habrá alegrado por el nombramiento? "Todo lo que suponga mejorar y que sea bueno para ella nos parece estupendo", contesta. Lo malo es que ahora la verán menos. "Ya no la vemos casi, no deja de trabajar ni un minuto", reconoce.

El morreo colectivo no cesa. Rajoy, González Pons, Vera o Sireira, entre otros políticos se acercan a la sala de prensa para despedirse 'in person'. Te sientes raro. Acostumbrado a la caza y captura del político, que la presa se ponga a tiro mosquea. Se me olvidaba que una de las piedras angulares del nuevo PP consiste en difundir mejor el mensaje, para llegar a todo el mundo. Igual tienen que usarnos para tal fin. ¿Más todavía?