Para disgusto de las autoridades chinas, cuando aún falta un par de días para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, un grupo de activistas ya ha actuado en la capital china, junto al vistoso estadio olímpico, para exigir "libertad para el Tíbet".
Los cuatro activistas extranjeros pro-Tibet que han actuado han sido rápidamente detenidos por las autoridades, según ha informado la agencia de noticias china Xinhua. Hacia las seis de la mañana, hora local, dos de los participantes en la protesta escalaron postes de luz de 40 metros de altura, donde colgaron unos pendones con leyendas favorables a la libertad del Tíbet.
En una de las pancartas se podía leer "One World One dream Free Tibet" ("Un mundo, un sueño, liberen el Tíbet"), una frase que parodia el lema oficial de la cita olímpica escogido por los responsables chinos, que dice "Un mundo, un sueño". La otra pancarta enseñaba un escueto "Tibet will be free" ("El Tibet será libre"). La Policía tardó 12 minutos en arrestar a los activistas, quienes aseguraron pertenecer al grupo "Estudiantes para un Tibet libre".
Uno de las dos personas que treparon realizó una llamada desde lo alto del poste a la emisora estadounidense ABC News, en la que reconoció su pertenencia al citado grupo y dijo llamarse Ian de Edinburgo. También dijo que esperaba que la acción sirviera "para marcar una verdadera diferencia", según manifestó al canal norteamericano.
La policía china llamó a coches de bomberos con largas escaleras para desmontar las pancartas. Los activistas señalaron que esperaban ser detenidos y que probablemente serán expulsados del país, pero que "eso no se acerca en lo más mínimo a los peligros y temores que sufren los tibetanos bajo la ocupación del gobierno chino".
El Gobierno chino ha tratado de protegerse de este tipo de manifestaciones y se espera que, durante la celebración de los Juegos, haya más intentos de protestas. De hecho, no es la primera que se ve en los últimos días en las calles de Pekín. Hace dos semanas ya hubo una serie de protestas, en la que varios chinos aprovecharon la presencia de medios extranjeros para quejarse por las reducidas indemnizaciones recibidas por la demolición de sus viviendas, según recuerda la agencia DPA.
La acción que se ha visto hoy en China trae a la cabeza algunos interrogantes: ¿Será la última protesta? ¿Endurecerán las condiciones de seguridad los organizadores de la competición? Todo esto se sabrá en pocos días
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