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España logra sus segundos mejores Juegos Olímpicos con cinco oros

EFE
Actualizado 24-08-2008 13:54 CET

Pekín.-  España logró en Pekín sus mejores Juegos Olímpicos desde Barcelona 1992 con cinco oros, pese a que se despidió en blanco en el atletismo y la natación y se quedó a la puerta de los metales en las cinco ocasiones en que ocupó el frustrante cuarto puesto.

El equipo cerró la última jornada con dos metales, plata en baloncesto y bronce en balonmano, para elevar el total a 18 y situarse en el décimo cuarto lugar del medallero, seis mejores que en Atenas.

Además de las medallas, los llamados "diplomas olímpicos" (del cuarto al octavo lugar) suman 35.

Con los cinco oros, las diez platas y los tres bronces, España cumplió en Pekín su segunda mejor actuación olímpica, sólo superada por Barcelona'92, donde la cosecha dorada ascendió a 13 metales para un total de 22. En Atlanta, sumó 17 metales, cinco de oro. En Atenas'04, diecinueve pero con tres oros.

En Pekín'08, por otra parte, la selección superó el centenar de podios tras llegar a estos Juegos a cuatro de dicha cifra.

Los héroes de Pekín han sido los cinco medallistas de oro: los ciclistas Samuel Sánchez (fondo en carretera) y Joan Llaneras (puntuación), Rafael Nadal (tenis), Fernando Echavarri y Antón Paz (vela, Tornado) y Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial (K2 500 metros).

Joan Llaneras cerró su ciclo olímpico de la mejor manera posible. Con su oro en persecución y su plata en madison, se convirtió en el mejor deportista olímpico español de la historia, con cuatro metales, dos de ellos de oro.

Llaneras igualó en número de medallas a Arantxa Sánchez Vicario, pero la ex tenista no tiene ningún oro. También el piragüista David Cal superó a Arantxa, ya que con las dos platas de Pekín acumuló cuatro metales, uno de ellos de oro, los C-1000 metros de Atenas.

Joan Llaneras y el gimnasta Gustavo Deferr, plata en suelo, son los únicos deportistas españoles que han obtenido medallas en tres Juegos Olímpicos consecutivos.

Nadal ratificó en Pekín su año mágico: Roland Garros, Wimbledon y el título olímpico en los días en que desplazó al suizo Roger Federer del sitial de número uno del mundo.

El baloncesto cumplió un torneo impecable, pero se tropezó dos veces con una fortaleza inexpugnable: Estados Unidos. Perdieron en la fase de grupos y volvieron a caer en la final, en esta ocasión por 118-107, en un duelo en el que Rudy Fernández, con 22, y Dwyane Wade, con 27, fueron los máximos anotadores.

"Este partido dice mucho de nosotros y de lo merecedores que somos de esta medalla. Se nos escapó, es una lástima pero estamos muy contentos", dijo Pau Gasol.

Otra plata dramática fue la de hockey hierba. De nuevo Alemania, con 1-0 en la final, se cruzó en el camino de España hacia un título que se ha convertido en una obsesión. Los germanos arrebataron el bronce a España en Atenas 2004 y en Pekín frenaron el entusiasmo de una selección valiente y atrevida.

El balonmano cerró el torneo con un bronce, en un homenaje al portero David Barrufet, que se despide de la selección después de haber sido uno de sus más sólidos pilares en la última década.

Los regatistas Iker Martínez y Xabier Fernández lucharon por el oro de la clase 49er en las aguas y en los despachos. El título se lo llevaron definitivamente los daneses después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo rechazara la reclamación española e italiana por la utilización de los nórdicos del barco croata en la regata final.

De los cinco cuartos, el más clamoroso fue el del triatleta Javier Gómez Noya. Pocas pruebas tenían un favorito más claro que Gómez Noya. Incluso sus rivales reconocían que era prácticamente invencible. Era una medalla que parecía más que fija. No pudo ser.

En el capítulo de los que vivieron sus últimos Juegos, merece una mención de honor Almudena Cid, de 28 años, que se convirtió en Pekín en la única gimnasta en la historia de los Juegos que ha disputado cuatro finales.

El atletismo y la natación, con la excepción de las dos platas de la sincronizada, pasaron por Pekín con mucha pena y ninguna gloria.

En la piscina olímpica que colocó a Michael Phelps en el olimpo, España sólo pudo colocar un finalista y cerró su participación con críticas de algunos nadadores al técnico y de éste a aquellos. Una pobre imagen.

Sólo salvó el honor la Natación sincronizada. El equipo liderado por Gemma Mengual conquistó la plata en un hecho sin precedentes en la historia de la participación española en esta prueba, ganada por Rusia, oro, y con China como bronce.

Antes, Mengual, una de las mejores deportistas españolas de todos los tiempos, se colgó también la plata con su compañera del dúo Andrea Fuentes.

Pese a que traía el mejor equipo olímpico de siempre, el atletismo naufragó. Por primera vez desde Seúl'88, no consiguió una sola medalla, aunque batió el récord de finalistas (clasificados entre los 8 primeros), con once, frente a los diez de Atenas 2004.

"No me gusta la sensación de fracaso. Eso sí, estoy un poco decepcionado", dijo el presidente de la Federación, José María Odriozola.

El peor día fue cuando la ciclista Maribel Moreno dio positivo por EPO. En un rueda de prensa, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, pidió a la ciclista que denuncie a sus cómplices para aplicarles la ley "con toda la dureza". "Llegaremos hasta el final", dijo.

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