'La Nebulosa de la Memoria' invita a recuperar películas (apenas entrevistas en la televisión, medio dormidas en cines de verano) que dejan una huella imprecisa y aun así duradera. Esperamos vuestras sugerencias sobre títulos —aunque no lleven título—.
Robar de/devolver algo a un templo, como en 'Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal', sólo que aquí todo tiene sentido. Las cosas pasan porque tienen que pasar, no porque pasan. 'El secreto de los incas' es una entrañable película, de la que no parece que haya edición española en DVD.
¿Recuperará el Pueblo Inca su libertad si se le devuelve el sol que le ha sido robado? Harry Steele es guía turístico en Perú. Lo que Harry Steele quiere por encima de todo es regresar: visitar consigo mismo los Estados Unidos. Perseguida por la marea roja, a la orilla de Steele llega Elena Antonescu.
El cine de aventuras sigue vivo y corriendo. Calaveras y las tibias cruzadas, que es la postura más cómoda en el cine, mientras la calavera (aunque no a todo el mundo) te sostiene la cara: en consecuencia, conviene conservarla.
El antecedente de Indiana Jones es Charlton Heston. Jerry Hopper lo dotó con la parafernalia con la que luego Spielberg caracterizaría a su héroe. El sombrero, la chaqueta de cuero (la chulería la trae Heston de casa): sólo le falta el látigo, pero a Harry Steele el látigo le sobra. Azota con la lengua, con ese desparpajo de superviviente que está ya por encima de sí mismo y cínico capaz de negar todo y darlo todo. Un personaje ascendido a persona, que es quizás lo que no tiene Indiana Jones. 'El secreto de los incas', película de aventuras, con hotel exótico, avioneta, espías, un canalla oficial pero simpático (lo que no es Charlton Heston): Eddy Mitchell, el médico alcohólico de 'La diligencia', templo perdido en la selva, amor y generosidad, es de verdad. No necesita efectos espectaculares.
Destaquemos la voz de Yma Sumac y las lágrimas de Nicole Maury en ese registro en el que las mujeres perdidas por el mundo, malas o buenas (Honey Bear Kelly –'Mogambo'-, Kathie Moffat –'Retorno al pasado'-, Marie 'Slim' Browing -'Tener y no tener'-), justifican cuanto pudiera suceder con su sola presencia.
De ese mismo año, también en Sudamérica y con Heston, 'Cuando ruge la marabunta' (Byron Haskin, 1954), otro tipo de búsqueda, personal, ni menos ardua ni con menos peligro. Como ardua y peligrosa es la huida hacia delante en 'El salario el miedo' (Henri-Georges Clouzot, 1953): cuatro hombres, un cargamento de nitroglicerina y las inexistentes carreteras de la América Central. En otro orden de cosas —el ligero—, diez años después y volviendo a la caza de ídolos indígenas, 'El hombre de Río' (Philippe De Broca, 1964): jamás la he vuelto a ver, seguramente me decepcionaría. Recuerdo la chulería del recluta Belmondo, el tonto chiste final y un coche pintado en verde y rosa.
Jerry Hopper, como tantos, acabó dirigiendo episodios en la televisión: 'La familia Adams', 'Perry Mason', 'Caravana', 'El fugitivo', 'Viaje al fondo del mar', 'Superagente 86'…
Ésta tiene lugar, como 'El hombre de Río', en Brasil, almadía en un río (imagino que será el Amazonas, al fin y al cabo el más visitado por el cine). Sólo recuerdo una frase: "Llorarás lágrimas de sangre", que se me quedó grabada. ¿Alguien sabe de qué película se trata?
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