Benidorm (Alicante).- La rusa Eugenia Kanaeva, campeona olímpica hace mes y medio en Pekín, se dejó guardado un pico de forma para triunfar este fin de semana en las finales de la Copa del Mundo de Benidorm, donde ha obtenido la victoria en aro, mazas y cinta.
Sólo quedó fuera del podio en cuerda, por una caída de aparato que la desplazó a la cuarta plaza y facilitó el triunfo de su compatriota Vera Sessina.
Más allá de los resultados, la auténtica reina de la cita de Benidorm ha sido la ucraniana Anna Bessonova, campeona del mundo y favorita indiscutible de las aficionadas españolas, que se va con tres segundos puestos, en aro, mazas y cinta, por más que el público hizo cuanto estuvo en su mano para convencer a las jueces de que se merecía mejor suerte.
A punto estuvo hoy de ganar en cinta con un ejercicio lleno de dinamismo en el que se mostró incansable y ejerció con maestría el complicado lanzamiento con el pie. Pero Kanaeva, más contenida y muy segura, se aseguró el triunfo con un 18,600 que mejoraba el 18,425 de la ucraniana y el 17,950 de la también rusa Sessina.
Kanaeva se llevó igualmente por un amplio margen la victoria en mazas, con un ejercicio de técnica impecable y máxima elegancia puntuado con un 18,750. Por detrás volvió a quedar Bessonova (18,300) y la tercera rusa en competición, Olga Kapranova (17,950), habitualmente brillante con este aparato y que hoy estuvo algo imprecisa.
Bessonova causó en este concurso incluso una 'invasión de campo' cuando una chica saltó al tapiz de competición desde la grada para regalarle un peluche y un beso.
Con sus dos triunfos de hoy y el de ayer, Kanaeva se irá de España con un premio extra, pues la Copa del Mundo reparte 5.000 francos suizos (unos 3.120 euros) por el oro, 3.500 (2.185 euros) por la plata y 1.500 (935 euros) por el bronce.
En la disciplina de conjunto las dos finales disputadas -la de aros y mazas y la de cinco cuerdas- fueron para Bielorrusia y también en ambas ocupó el segundo lugar España.
Hoy, con cinco cuerdas, Bielorrusia (17,500), España (16,450) y Ucrania (15,775) repitieron el podio del sábado -con aros y mazas- y dejaron a Rusia (14,625), con un conjunto renovado sin una sola de las campeona olímpicas, en un inusual cuarto lugar.
La bielorrusas, que abrieron la competición, pusieron el listón lejos de los otros tres equipos participantes. Cumplieron por encima de lo esperado en esta última cita del calendario internacional con una composición brillante plagada de dificultades de las que siempre salieron airosas.
Las españolas Isabel Pagán, Bárbara González -que se retiran hoy, como la hermana de ésta, la suplente Lara González-, Ana María Pelaz, Beth Salom y Verónica Ruiz están un paso (y más de un punto) por detrás, pero aprovecharon la ausencia de otros conjuntos, el calor del público y el mal papel de Rusia para repetir segundo puesto. Ya no estarán obligadas a recordar el año 2008 sólo por la undécima plaza de los Juegos de Pekín.
Las ucranianas, algo descoordinadas y con una caída de aparato, hubieran quedado fuera del podio de no ser por el desastre de las rusas, quienes perdieron dos veces la cuerda, que también se enredó en la pierna de una de las gimnastas.
La Copa de Benidorm confirmó el enorme tirón que la rítmica tiene en España, con decenas de jóvenes aficionadas venidas de lejanas provincias con sus familias para aplaudir a sus favoritas.
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