Los duendes de Economía presentan la maqueta del juguete de la financiación

La solución al 'sudoku' de la financiación autonómica —un "complejo tema que tiene muchos matices", en palabras de Solbes—, comienza a resolverse. Al menos esta mañana el ministro de Economía y el secretario de Estado de Hacienda han desvelado algunas pistas para que las cuentas de las Comunidades Autónomas cuadren y sean equitativas.

Como si de Papá Noel se tratara, el presidente del Gobierno ha recibido durante semanas la carta de regalos de todos los presidentes autonómicos —algunos incluso han podido llevarla personalmente a la Moncloa, desconocemos si se la entregaron sentados en sus rodillas—. Los 'duendes' de Economía, Solbes y Ocaña, han diseñado la maqueta del jueguete perfecto con el que todos puedan satisfacer sus necesidades.

El reto era difícil, aunque en navidad, ya se sabe, los milagros aparecen. Hay que ofrecer dinero a las comunidades más envejecidas y a las más jóvenes; a las que tienen la población dispersa y a las insulares; a las que más aportan y a las que más necesitan...

El juguete se presenta en tres paquetes (en formato fondo), con envoltorio feo —no parece que en Moncloa haya virtuosos para poner nombres a las medidas—, pero el contenido parece importante:

1. Un fondo de 'garantías de servicios públicos fundamentales'. Se dará igual financiación por habitante para servicios fundamentales como educación, sanidad o servicios sociales. Tendrá en cuenta criterios como población, aunque factores como la inmigración están pendientes de acuerdo, pues no todos los dirigentes políticos consideran que son necesarios más recursos por tener que atender a inmigrantes.
2. Un fondo de 'suficiencia global'. Financiará el resto de competencias transferidas —que no son idénticas a todas las Comunidades— y dependerá del nivel de ingresos tributarios del Estado. El criterio para adjudicar estos fondos todavía no está cerrado.
3. Por último, un fondo de 'convergencia autonómica': Éste se subdivide en los fondos de 'competitividad' —destinado a las Comunidades cuyos habitantes reciben menos financiación pese a generar más riqueza—; y de 'cooperación' —para las regiones más pobres, similar al fondo de solidaridad—.

Además, como aguinaldo, se da mayor capacidad normativa a las Comunidades Autónomas —que podrán modificar los tramos del IRPF, los mínimos personal y familiar y las deducciones— y gestionar más recursos, aunque queda por ver cómo lo hacen. El caramelo, para algunos envenenado, es que ahora las regiones se financiarán con hasta el 90% de lo recaudado con impuestos —pasarán a gestionar el 50% del IRPF e IVA; y el 58% de impuestos especiales—. De lo que cuesta el juguete todavía no se ha hablado.

Ahora queda saber cómo reciben los 'niños' estos presentes. Algunos verán el calcetín medio lleno y otros medio vacío. Pero en esta ocasión, los presidentes autonómicos podrán, a partir de enero, sentarse a negociar con Papá Noel el precio del regalo y alcanzar un acuerdo que guste a todos. ¿Durará hasta las próximas navidades el juguete?