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Bush se va, pero Helen Thomas se queda

  • La periodista más veterana de la Casa Blanca ha terminado mal con el presidente saliente
  • Bush no le concedió la última pregunta en su despedida de la prensa
  • A sus 88 años sigue polemizando con sus compañeros por ser "blandos" con el poder
Por CRISTINA F. PEREDA (SOITU.ES)
Actualizado 13-01-2009 08:42 CET

WASHINGTON.-  Con 88 años y la cobertura de nueve presidentes estadounidenses a sus espaldas, Helen Thomas se despidió ayer del presidente George W. Bush en su última rueda de prensa. Entrevistamos al icono de la prensa americana mientras espera a Barack Obama.

'La Primera Dama de la Prensa' norteamericana vio ayer como terminaba el mandato de un presidente más. Helen Thomas asistía a la última rueda de prensa del 43º presidente de EEUU. "Hoy es un día en el que la gente debe sentirse muy feliz, Bush se va de la Casa Blanca", declara en una entrevista a soitu.es, poco después de asistir a la despedida del presidente republicano.

Thomas se quedó ayer con las ganas de preguntar a Bush sobre la situación en Gaza y las acusaciones contra Israel por, aparentemente, estar utilizando fósforo y bombas de racimo en sus ataques. "Quería haber preguntado cuál es la responsabilidad que asume el presidente en todo esto", nos explicó.

La relación entre la periodista de 88 años —la que más tiempo ha trabajado cubriendo a los presidentes norteamericanos— y Bush no está en su mejor momento desde hace un par de años. Y la rueda de prensa de ayer no fue más que un ejemplo: el presidente no le invitó a preguntar.

"C’est la guerre"

Por experiencia y prestigio, Helen Thomas se sienta a diario en la primera fila de la sala de prensa. Todos los presidentes desde Kennedy han acostumbrado a dejarle hacer la última pregunta para que cierre la sesión con su ya famoso "Thank you, Mr. President". Hasta que en marzo de 2006 preguntó a Bush lo que no 'debía'. "¿Me gustaría preguntarle, señor presidente, por qué quiso ir a la guerra?"

La pregunta le costó a Thomas no sólo el enfado de Bush, sino también las críticas de muchos de sus compañeros y un castigo muy especial. Los periodistas que cubren la Casa Blanca constituyen una especie de club de prestigio y los más veteranos deciden el reparto de asientos en las ruedas de prensa. A pesar de que no había nadie con más experiencia ni años que Helen Thomas, una mayoría decidió que debía sentarse en la última fila.

Pero la 'Primera Dama' no se amedrentó. Ante sus insistentes preguntas sobre el número de víctimas civiles en Irak, la secretaria de prensa de Bush, Dana Perino, le contestó que estaba "desaprovechando su asiento privilegiado para insinuar de forma absurda y ofensiva que Estados Unidos está matando a inocentes".

Cuando el presentador de la cadena FOX la llamó "la tía loca del ático", Thomas contestó "c’est la guerre" (es la guerra), demostrando que las críticas sólo han inspirado a la periodista con más experiencia de Estados Unidos a seguir trabajando.

A primera hora ya está en la Casa Blanca

Nacida en 1920, Helen Thomas se convirtió en la primera mujer miembro del Club de la Prensa de Estados Unidos y también la primera en pertenecer a la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca. Durante 60 años, acudió a diario a las seis de la mañana a la sala de prensa de la residencia del presidente para prepararse. Después de atender a la sesión diaria, Helen Thomas se desplazaba al Congreso para, a media mañana, volver a su oficina y redactar la noticia del día siguiente.

Thomas dejó su trabajo de reportera en la agencia United Press International en el año 2000 para convertirse en columnista de los periódicos de la compañía Hearst, entre los que se encuentra el 'San Francisco Chronicle'. Desde sus columnas de opinión y las diferentes salas de prensa ha atacado por igual a Bush y a los periodistas que, a su juicio, no han hecho su labor.

"El trabajo de los periodistas consiste, aparte de contar la verdad, en creer que la gente se dará cuenta de los abusos de poder y las injusticias", declaró en 2007 al recibir el premio de la 'Primera Enmienda de la Constitución estadounidense', que hace referencia a la libertad de prensa. "He visto a dos presidentes perder la confianza de los ciudadanos —Lyndon B. Johnson, por la guerra de Vietnam y Nixon, por el caso Watergate— y pensé que los americanos nunca dejaríamos que esto pasara de nuevo. Estaba equivocada", declaró.

Contra la actitud de la prensa en la guerra de Irak

Una de las frases preferidas de Thomas durante estos años ha sido que la prensa finalmente estaba "saliendo del coma". Para la periodista, como para algunos expertos estadounidenses, la prensa no preguntó lo suficiente a la Administración Bush sobre la legitimidad de la intervención en Irak.

En 2008, publicó el libro ¿Vigilantes de la democracia? Los periodistas de Washington y cómo fallaron al público. Thomas acusaba así a los reporteros de reproducir como un altavoz lo que se explicaba en las ruedas de prensa, en vez de servir como "la única institución social que puede cuestionar a un presidente".

Sin embargo, el impacto que tuvieron los ataques del 11 de septiembre en los norteamericanos y la estrategia del Gobierno de Bush hasta lanzar los primeros ataques en Irak volvieron todas las críticas contra Thomas. Inmediatamente después de preguntar a Bush por qué ir a Irak, en FOX News la acusaban de hacer una pregunta "fuera de todo límite", como si estuviera tratando de "arruinar" todo el trabajo del presidente.

Lejos de amedrentarse, la periodista todavía tenía guardada una frase que pasará a la historia. Durante el banquete de la Asociación de Profesionales del Periodismo de 2006, un joven se acercó a pedirle un autógrafo y aprovechó para preguntarle por qué se sentía tan triste. "Estoy cubriendo al peor presidente de la historia de Estados Unidos", contestó Thomas.

Obama: "demasiado blando y cuidadoso con la prensa"

¿Su favorito? Ronald Reagan, cuya figura no parece amenazada por la llegada de Barack Obama, a quien Thomas acusaba, al otro lado del teléfono, de "demasiado blando y cuidadoso con la prensa".

A pesar de apoyar algunas de las propuestas del presidente electo, como utilizar el diálogo en labores diplomáticas, incluso si esto significa sentarse a hablar con el presidente de Irán, a Thomas no le gusta el trato que le da la prensa. "Parece que están jugando, nadie es capaz de hacer una pregunta importante ni relevante", declaró cansada.

Para Thomas, la prensa realizó ayer el papel perfecto para rodear de nostalgia al presidente, sin hacer las preguntas que correspondía. "Creo que con Obama van a seguir el mismo juego, pero espero estar equivocándome", dijo.

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