MADRID.- Si cuentas el tiempo que pasas cada día en el transporte público seguro que, al final de toda una semana, la cifra es de varias horas. Un montón de minutos, que no tienen por qué ser tiempo perdido. En el metro o el bus, se pueden hacer muchas cosas: escuchar música, hojear el periódico, e incluso observar a la gente que entra y sale del vagón para imaginarse cómo serán sus vidas. Pero, además de todo eso, puedes dedicar tus trayectos a leer un buen libro.
Si eres usuario frecuente del transporte público y amante de la lectura entre estaciones, seguro que conoces Bibliometro. Pero si te acabas de iniciar como lector del suburbano, te presentamos este servicio gratuito de préstamo de libros en el Metro de Madrid que te permite acceder a más de 60.000 títulos. Como una biblioteca pública, pero en el 'transporte nuestro de cada día'.
Para poder disfrutar del servicio, sólo hay que ser titular de un carné gratuito que te hacen al momento en cualquier Bibliometro presentando el DNI. Con este carné, que también es válido en todas las bibliotecas públicas del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, te entregan un folleto de pequeño tamaño que informa de todos los libros a los que tienes acceso y las direcciones y horarios de las 'metrobibliotecas'.
A día de hoy, existen 12 módulos de Bibliometro repartidos por varias estaciones de la red de metro que funcionan como pequeñas bibliotecas de 13.30 a 20.00 de la tarde, de lunes a viernes. Yo me acerco al Bibliometro de la estación de Nuevos Ministerios, en el subsuelo del Paseo de la Castellana de Madrid, donde confluyen tres líneas de metro que conectan también con trenes de Cercanías.
Es viernes por la tarde. Una bibliotecaria le explica a Adrián cómo funciona el servicio. "Puedes llevarte en préstamo un libro por un plazo de 15 días renovable por otros 15", le cuenta. Y añade: "Si te retrasas en la devolución, no podrás sacar libros durante un periodo igual a los días de retraso". Él se va satisfecho, con su nuevo carné en la cartera y con el libro que acaba de sacar bajo el brazo.
"Es comodísimo, lo he probado bastantes veces y es como si te llevaran los libros a casa", asegura María mientras devuelve un libro. "Este lo había cogido en Moncloa, al salir de trabajar. Pero me viene mejor devolverlo aquí, al lado de casa", explica. Dice que "cualquier excusa es buena para leer un libro", aunque sólo sea para no aburrirse cada mañana en el metro durante los 45 minutos que tarda en ir a trabajar.
"La devolución se puede hacer en cualquiera de las estaciones que tengan Bibliometro, no tiene que ser necesariamente en aquella en la que cogiste el libro", aclara la bibliotecaria, mientras guarda el ejemplar que María acaba de entregar. "Fuera del horario, la devolución se puede hacer en los buzones que tienen todos los módulos y que funcionan las 24 horas", añade.
Subo al metro y veo en el vagón a una chica que devora un libro con los auriculares de su iPod puestos. "Poder ir leyendo cada día en el metro un libro que no he tenido que comprarme yo, que no ocupará espacio en mi casa y que puedo sacar y devolver al entrar al metro, es todo un lujo", resume levantado la vista de su lectura y sin quitarse los cascos.
El catálogo de Bibliometro se puede consultar en Internet por género literario, título o autor. Además, su web incluye las reseñas de muchos de sus libros en un PDF descargable y una sección de recomendaciones donde se seleccionan las mejores obras.
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