Guerra, Irán y una comedia (menos mal): los premios de Venecia
- La bélica 'Lebanon' (Israel) se hace con el máximo galardón de la Mostra
- León de Plata para 'Women Without A Men' y Premio Especial para 'Soul Kitchen'
- Las Copas Volpi han ido a parar a Colin Firth y Ksenia Rappopor
Por LUCIA MAGI (SOITU.ES)
Actualizado 13-09-2009 00:40 CET
VENECIA.— En el Lido sopla el viento del Líbano. La gran favorita de los últimos días, 'Lebanon', del israelí Samuel Maoz, se ha llevado —merecidamente— el León de Oro a la Mejor Película. Asimismo, los siete miembros del jurado (seis de los cuales son directores) han premiado con el de Plata —Mejor Dirección— a Shirin Neshat, por 'Women Without A Men', dura película de mujeres que habla de la convulsión política acaecida en el Irán de 1953. Además, el Premio Especial del Jurado otorgado de manos de Joe Dante, ha ido a parar a 'Soul Kitchen', logradísima comedia de Fatih Akin.
En lo que respecta a los actores, Colin Firth ha sido considerado Mejor Intérprete Masculino. Su profesor homosexual melancólico y cansado de la vida de 'A Single Man', del estadounidense Tom Ford, ha convencido al jurado de Ang Lee, que le ha hecho entrega de la Copa Volpi. "Italia me ha llenado de regalos. Una mujer superguapa, dos hijos, la cultura, la grappa y ahora esta copa", ha declarado en el estrado en un italiano impecable.
En el apartado femenino, también gana la protagonista de una ópera prima: Ksenia Rappopor, personaje principal del noir italiano 'La Doppia Ora', de Giuseppe Capotondi. Por otra parte, y a pesar de que su trayectoria no es la de ninguna novata, el Premio Marcello Mastroianni al Mejor Intérprete Emergente va a Jasmine Trinca, coprotagonista de 'Il Grande Sogno', de Michele Placido. Dos premios, éstos, que se antojan como una suerte de consolación para la productora Medusa (propiedad de Berlusconi), ya que los 24 millones de euros que sirvieron para financiar 'Baarìa', de Giuseppe Tornatore, no han tenido —justamente— reflejo en el palmarés.
Todd Solondz, por 'Life During Wartime', cínico retrato de la vida americana en tiempos de guerra, se lleva el Premio Osella al Mejor Guión. "Ganar un premio te hace volver a tus 11 años, estoy emocionadísimo", ha declarado casi tartamudeando. La futurista, intrigante y humanísima 'Mr. Nobody', por su parte, ha sido destacada con el Osella a la Mejor Contribución Técnica.
Echa así el cierre la 66ª edición del certamen cinematográfico más antiguo del mundo. Con premios cantados y aclamados por críticos y público, el palmarés no ha deparado sorpresas al margen del galardón concedido a la Mejor Actriz. Otro año que se va y deja atrás algunos pequeños detalles de italianidad que lo han caracterizado. Un poco de ineficiencia y de problemas logísticos que dejan claro que no estamos ni en Cannes, ni mucho menos, en la teutónica e impecable Berlín. Aquí van unas poquitas y cariñosas collejas a la Mostra:
- Berlusconi everywhere. No han gustado nada las presiones del primer ministro y de todos los hombres del presidente (es decir, los pesos pesados de la Medusa, que paseaban como tiburones por la Laguna e intervenían en las ruedas de prensa) para que 'Baarìa', el melodramón siciliano firmado por Tornatore, se adjudicara algún premio.
- Periodistas mal atendidos. Que en el itálico país los periodistas no representen la categoría más amada de la especie humana es un hecho demostrable si atendemos a la nueva sala destinada a las proyecciones reservadas al gremio. Unos respaldos bajos y unos pasillos angostos, sumados a la inexistencia de aire acondicionado, han transformado la carpa de la Sala Perla 2 en una tortura china y en todo un desafío para cualquier valiente cinéfilo.
- Sin prisa y con pausas. El reto más difícil en la cobertura de un festival es encajar los horarios de las películas, ruedas de prensa y entrevistas con actividades más prosaicas, como comer y dormir. Además, el cuadro se complica hasta lo inverosímil si los organizadores no respetan las previsiones. Al menos dos proyecciones han empezado con una hora de retraso. Trágico fue lo que pasó con 'Lourdes', programada para las diez de la noche, cuando el nivel de cansancio, saturación visual y sueño multiplican la hipersensibilidad de los espectadores; y aún así hubo que esperar 50 minutos de cola, y seguimos sin saber si se habían perdido los rollos, si se había dormido el proyeccionista o qué diablos ocurrió.
Ah, y los españoles, que no se nos olviden
Y no queremos despedirnos del Lido sin hacer balance de los cuatro españoles que han presentado sus respectivas obras. Ninguno competía en Sección Oficial, pero eso no quita para que no os digamos cómo de alto han dejado el pabellón:
- Cosechó largos aplausos e insistentes cumplidos 'Gordos', la comedia coral de Daniel Sánchez Arévalo, desarrollada alrededor de los participantes en una terapia de adelgazamiento. Todos los protagonistas, cuyas vidas se cruzan de manera equilibrada y delicada, buscan su identidad y amor propio mientras pierden y ganan peso. Ligera, alegre y tragicómica y, sin embargo, nunca frívola, resulta una crítica muy atractiva de ver hacia la religión de la apariencia.
- Ha dado en la diana '[REC 2]', la segunda entrega de la pareja artística formada por Jaume Balagueró y Paco Plaza, que ha puesto los pelos de punta a todo el Lido veneciano. Si en la primera película le tocaba sufrir a un equipo de televisión, aquí es un grupo de policías super equipados el que entra en el edificio infestado de muertos vivientes. Buena reválida, que explota una idea sin duda eficaz. El final suspendido pone en bandeja una posible tercera parte. Confiamos en que el dueto sepa parar antes de llegar al noveno capítulo.
- También 'Celda 211' ha merecido de sobra su presencia en la orilla de la Laguna. Lo nuevo de Daniel Monzón es un thriller tenso, que tiene como protagonista a un joven funcionario de prisiones que queda atrapado en un motín acaecido en la cárcel de Zamora. Como todavía no ha empezado a trabajar allí, la rebelión le sorprende vestido de paisano, así que puede fingir ser uno de los presos y salvar el pellejo. Pero todo se tuerce, pues los malos también tienen su corazoncito y sus razones, mientras los buenos a veces no lo son tanto. Magistral la interpretación de LuisTosar, alias Malamadre, el líder de los rebeldes, un gigante rapado y tatuado, duro por fuera y tierno por dentro (aunque muy en el fondo).
- Ya que presidía el jurado de la sección paralela Orizzonti, Pere Portabella tenía casi la obligación moral de presentar algo suyo en Venecia. Lástima que haya sido el corto 'Mudanza'. 20 minutos que se hacen eternos, sin diálogo, sólo con muebles empaquetados y quitados de en medio en una casa que fue propiedad de Federico García Lorca y que acaba vacía y silenciosa.
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