Artesanos de productos de Semana Santa muestran en Murcia sus trabajos

Murcia.-  Una veintena de artesanos de toda España dedicados a la fabricación de productos de Semana Santa muestran sus artículos hasta el próximo domingo en Murcia, con motivo del II Congreso Internacional de Cofradía y Hermandades, algunos de ellos realizados siguiendo técnicas de hace más de 500 años.

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(EFE)

Una restauradora trabaja en una talla de madera con motivo del II Congreso Internacional de Cofradía y Hermandades que se está celebrando en Murcia.

Telas realizadas en telares de madera como se hiciera en el siglo XVIII; mantos y estandartes bordados a manos en seda con hilo de oro siguiendo las técnicas del siglo XVI, cuando en la zona del Levante español se produjo un auge de la producción de este tejido, o caramelos elaborados al fuego y moldeados uno a uno, son algunos de los alicientes de esta muestra.

Una de "las joyas" de esta feria artesanal es un estandarte de seda bordado a mano, en cuya elaboración han trabajado decenas de mujeres durante 20 años, perteneciente al taller escuela de bordados la Egipcia, de Murcia.

El director artístico de este taller escuela, Andrés Nicolás Moreno, lleva 45 años dedicándose al bordado artesanal de mantos, túnicas o estandartes, desde que aprendiese de su madre, de profesión bordadora, las técnicas que en Murcia se utilizaban para bordar seda desde el siglo XV, cuando la Región era, después de China, la productora más importante de seda en todo el mundo.

La empresa artesanal de Valencia Garin, la más antigua de carácter textil de España, ofrece también en esta muestra algunas de sus telas tejidas manualmente, inspiradas en diseños antiguos, que en la actualidad lucen, sobre todo, las falleras, aunque también se utilizan para imágenes de la Semana Santa, mantos o túnicas.

La gerente de esta empresa familiar, Rosa María Martín, explicó a EFE que en la elaboración de 12 metros de estas telas, realizadas en telares manuales de madera como se hiciese hace 200 años, suele emplearse unos dos meses, por lo que el coste asciende a unos 700 u 800 euros el metro.

Los pasos de la Semana Santa son otro de los atractivos de esta muestra, y la empresa artesanal Amando, de Murcia, continúa realizándolos como en sus comienzos, en 1810, con la técnica de la "cera pérdida", es decir, se realiza el modelo en cera y se copia en bronce, que previamente ha sido fundido en un horno de carbón.

Medallas, llaveros, trípticos y cruces, son la especialidad de la artesana madrileña Ascensión Llorente, propietaria de la empresa A.Llorente, quien desde hace más de diez años utiliza las ancestrales técnicas bizantinas para realizar estos artículos.

Llorente indicó a EFE que sólo tres personas en Madrid y "muy pocas más en España" elaboran estos artículos religiosos artesanalmente y siguiendo estas técnicas, basadas en la confección de una plancha de cobre, sobre la que se graba con ácido la imagen, tras lo que se esmalta y se dora al horno.

"Este tipo de artículos religiosos no suelen ser del interés de las masas, aunque tienen su público", explicó Llorente, quien comentó que sobre todo trabaja para cofradías y particulares.

Las miniaturas de pasos, santos y vírgenes también pueden verse en esta feria, en la que artesanos de Torrevieja (Alicante) y Yecla (Murcia) ofrecen sus mejores piezas, elaboradas en arcilla, cera o poliuretano, como es el caso del alicantino Alfonso Pascual Ruiz o el yeclano José Simón.

Los dulces típicos de la Semana Santa también tienen su espacio en esta muestra con la representación de la empresa familiar murciana El Turro, que desde 1850 elabora caramelos, pan de higo, de dátil, de orejón, de alfajor o picardías, así como turrón de forma artesanal y sin aditivos artificiales.

El gerente de esta empresa, afincada en Abarán, Francisco Hernández, dijo que para fabricar sus caramelos, en lugar de hacerlo con sistemas modernos de vapor, se utilizan grandes ollas de cobre, que se ponen directamente al fuego y en las que se introducen agua, azúcar y glucosa.

Una vez que el caramelo está hecho- añadió -, se echa sobre una piedra de mármol para que se enfríe un poco, tras lo que se moldea caramelo a caramelo, y en el caso de las picardías, se les añade un fruto seco.