El Bernabéu disfruta de la fiesta y reprocha a Luis la ausencia de Raúl

Madrid.-  Los 65.000 espectadores que acudieron al estadio Santiago Bernabéu para presenciar el duelo entre España y Suecia, disfrutaron de la fiesta desde tres horas antes del partido, apoyaron a la selección hasta que se decidió el partido y en la segunda parte recordaron al seleccionador, Luis Aragonés, la ausencia de Raúl González.

España regresaba al Bernabéu sin que Aragonés haya vuelto a confiar en el capitán del Real Madrid, Raúl, y con la petición a la afición de otro madridista, Iker Casillas, de que apoyasen al seleccionador igual que a los jugadores. Su deseo se hizo realidad, a medias.

Tres horas antes del partido los alrededores del Bernabéu acogían el inicio de una gran fiesta. La roja se apoderó de las calles de Madrid en un ambiente de unidad, con cánticos que unieron a personas que sólo tenían en común el sentimiento español.

Las charangas y los tambores se repartían por los aledaños, y sólo pararon sus canciones ante la llegada, a las 20.15, del autobús de la selección española, que se llevó una cerrada ovación.

Las gradas del Bernabéu no se llenaron pero las banderas de España inundaron el coliseo blanco. Los ánimos de la afición crecieron con la música de megafonía. "Que viva España", de Manolo Escobar, o "El torito", del Fari, sonaron de forma atronadora coreados por 65.000 personas.

No había tiempo para recordar la figura de Raúl, el máximo goleador de la historia de la selección. Una sola pancarta le recordó y fue retirada por miembros de seguridad que interpretaron un tono fuera de lugar en su mensaje. "Luis por qué no te callas llama a Raúl", rezaba.

Quedó en anécdota cuando Manolo 'el del bombo' saltaba al campo y besaba el circulo central del Bernabéu y ante los himnos de los dos equipos. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) pedía respeto en un cuadernillo que entregaba en la entrada. "Respeta los himnos tal y como deseas que respeten el tuyo", dijo.

Muchos no leyeron o ignoraron el consejo y pitaron durante el himno sueco, mostrando una clara falta de respeto. Desde los primeros acordes del himno nacional español los cánticos no frenaron hasta la llegada del primer gol, en el minuto 14.

El fútbol de toque de España se ganó ovaciones continuas y no fue hasta la segunda mitad, con todo sentenciado con la ventaja de dos tantos en el marcador, cuando el estadio entero coreó el nombre del gran ausente: Raúl.