Muere Ian Smith, el último representante del régimen blanco de Rodesia

Johannesburgo.-  Ian Smith, que falleció hoy a los 88 años en una clínica del sur de Sudáfrica tras haber sufrido recientemente un infarto, es el último representante del régimen blanco de la antigua Rodesia.

Con su muerte, anunciada por las emisoras locales, la nueva Zimbabue, el país que heredó el territorio de la antigua Rodesia, cuya independencia nunca fue reconocida internacionalmente, cierra una de las páginas más traumáticas de su historia.

La imagen de Smith está asociada al Gobierno minoritario que estuvo vigente en Rodesia desde que el 11 de noviembre de 1965 proclamó unilateralmente la independencia de ese país respecto del Reino Unido.

Fue Smith quien rompió con la antigua metrópoli, en cuyas filas combatió durante la II Guerra Mundial, y fue Smith el último gobernante que tuvo Rodesia antes de las elecciones de 1980, que llevaron al poder a Robert Mugabe y derivaron en que el país fuera rebautizado como Zimbabue.

Smith llegó a la política procedente del mundo castrense. A los 22 años entró a formar parte de la Fuerza Aérea de Rodesia del Sur y, durante la guerra, se convirtió en piloto de la Royal Air Force (RAF).

Su avión fue derribado dos veces. La primera de ellas en el norte de África, cuando su rostro quedó desfigurado y tuvo que someterse en El Cairo a una complicada operación plástica porque la mitad de la cara quedó paralizada.

La segunda vez perdió su avión en el norte de Italia y tuvo que lanzarse en paracaídas. Combatió durante cinco meses con los partisanos, y después de unió a las fuerzas aliadas que recuperaron Francia.

Tres años después de que terminara la guerra, Smith llegó a la política, afiliándose al Partido Unido. Antes había estudiado economía en la universidad sudafricana de Rhodes, una de las más prestigiosas del país,

Desde el Partido Unido, entonces en el Gobierno de Rodesia del Sur, Smith desertó y fue uno de los fundadores del Frente Rodesiano, grupo político que se encargó de afirmar la supremacía blanca y que logró llegar al poder en las elecciones de 1962, todavía bajo protectorado británico.

Pero la ruptura entre Rodesia y el Reino Unido se produjo un año después de que Smith asumiera el cargo de primer ministro, en abril de 1964.

"No puede haber felicidad en un país (...) que se ha gobernado a sí mismo con un desempeño exitoso durante 40 años, y al que le niegan lo que se ha concedido libremente a otros países", afirmó Smith tras la declaración unilateral de independencia.

Con esas palabras, Smith se refería a la independencia que en 1963 el Reino Unido concedió a Rodesia del Norte, que pasó a llamarse Zambia, y a Nassylandia, que se convirtió en Malaui.

Como primer ministro de Rodesia, Smith impuso un régimen de poder a cargo de la minoría blanca: eran 220.000 blancos contra cuatro millones de negros, sin acceso al poder.

La comunidad internacional aisló a la Rodesia de Smith, que sólo tenía como apoyo el régimen segregacionista de Sudáfrica.

Pero las divisiones internas y el surgimiento de los movimientos independentistas en Rodesia forzaron a Smith a negociar, y en 1977 abrió la puerta a elecciones abiertas, sin distinciones raciales, en un proceso que culminó en 1980 con unos comicios que llevaron al poder a Mugabe.

Si Smith dominó la vida política de Rodesia, Mugabe ha dominado la de Zimbabue, un país que gobierna en medio de críticas internacionales por la falta de derechos políticos y el acoso hacia la prensa.

Smith metió en la cárcel a Mugabe a partir de 1964, durante diez años, acusándolo de terrorista.

Pero la primera vez que Smith conoció a Mugabe quedó impresionado, según cuenta el primer en sus memorias. Lo calificó como un "occidental civilizado, equilibrado, la antítesis de cualquier comunista gángster".

El tiempo le hizo cambiar. En una entrevista que ofreció en el 2001, cuando Zimbabwe comenzaba la peor crisis económica de su historia, pidió que el país "echara a los gángsters".

"Si podemos echar a sólo un hombre en particular, además de la filosofía del marxismo, todo irá bien", afirmó entonces, en alusión a Mugabe.