Líbano "espera un milagro" que permita la elección de un nuevo presidente

Beirut.-  Los ministros de Exteriores de Francia, España e Italia "esperan un milagro" que permita mañana la elección de un nuevo presidente libanés antes de que se agote el plazo constitucional.

Tras un día de infructuosas reuniones con varios líderes libaneses, el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, el español, Miguel Ángel Moratinos, y el italiano, Massimo D'Alema, se mostraron pesimistas, aunque no descartaron la posibilidad de que en las próximas horas se alcance un acuerdo.

El parlamento libanés tiene previsto reunirse el mediodía de mañana para elegir a un nuevo presidente que sustituya al actual jefe de Estado, Emile Lahud, cuyo mandato expira dentro de dos días.

Sin embargo, gobierno y oposición no se han puesto de acuerdo en un candidato consensuado que satisfaga a todas las partes.

Las reuniones y encuentros se superponen de tal manera que los integrantes de la "troika" se vieron obligados a retrasar una hora su rueda de prensa ante la propuesta de una iniciativa lanzada por el líder cristiano opositor, Michel Aoun.

Aoun, hasta hoy principal candidato de la oposición a la presidencia del país, renunció a su candidatura y presentó en su lugar a Pierre Daccache, un diputado de 79 años, cercano al grupo de Aoun y al grupo chií Hizbulá, al que presentó como "independiente".

Daccache, nacido en 1928, ya fue candidato a la Presidencia del país en 1995 y en varias ocasiones se ha aliado con Hizbulá, líder de la oposición.

En una intervención televisada, aseguró que ha propuesto esta iniciativa, que calificó de equilibrada, "para facilitar la elección presidencial".

El líder cristiano, aliado de la oposición controlada por los chiíes, propuso que la plataforma opositora ocupe el 45 por ciento de los escaños del parlamento.

En su intervención, solicitó, asimismo, que las principales carteras -Defensa, Interior, Exteriores y Justicia- se repartan a partes iguales entre la oposición y la mayoría parlamentaria.

Aoun, que dirigió esta iniciativa a todas las fuerzas políticas, pidió también la elaboración de una nueva ley electoral, nuevas elecciones parlamentarias y la búsqueda de una solución definitiva a la situación de los refugiados.

Kouchner declaró, inmediatamente después de la propuesta de Aoun, que espera que Saad Hariri, líder de la mayoría parlamentaria, conteste entre hoy o mañana a la iniciativa de Michel Aoun.

Esta mañana, el propio Moratinos dijo que la solución a la crisis presidencial libanesa está en manos del líder de mayoría, Saad Hariri, y de Michel Aoun.

Tras una reunión con Aoun y una conversación telefónica con Hariri, Moratinos, apuntó en declaraciones a la prensa que un acuerdo entre Aoun y Hariri es decisivo, porque "ahora son los personajes clave" de cara a la elección del futuro presidente del Líbano.

En la rueda de prensa con la "troika", el titular de Exteriores español, aunque no pudo ocultar su pesimismo, insistió en que a pesar de las dificultades y los altibajos todavía queda una "esperanza para la reconciliación".

"El Líbano tienen que volver a encontrar su rayo de sol. Sería catastrófico decir que estamos ante un fracaso", dijo Moratinos, que hoy se reunió junto a sus dos colegas con el primer ministro libanés, el suní Fuad Siniora, con Saad Hariri (también suní, líder parlamentario) y con el presidente del parlamento y líder de la oposición, el chií Nabih Berri.

Kouchner, por su parte, no dudó en asegurar que, caso de que la elección fracase, la situación podría volverse peligrosa debido a un vacío de seguridad.

Sin embargo, puntualizó que el ejército libanés es ahora más sólido y que la estabilidad más asegurada.

En este sentido se pronunció Massimo D'Alema, que subrayó que en caso de que no haya elección "no se producirá un vacío", ya que el gobierno presidirá el país de manera interina y el parlamento mantiene continuas reuniones.