El legado de Casal se repasa y reivindica en "Casal. Más allá del embrujo"

Madrid.-  Transgresor, vanguardista, visionario, extravagante y misterioso, Tino Casal es, gracias a éxitos como "Eloise" o "Embrujada", todo un mito del pop español de los 80 cuya vida ahora se repasa por primera vez en el libro "Tino Casal. Más allá del embrujo".

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(EFE)

Imagen de archivo del cantante Tino Casal en su casa de Madrid.

La biografía, escrita por el periodista Gerardo Quintana y publicada por la editorial T&B, ofrece un completísimo recorrido por la vida y obra del artista, quien, además de cantante y compositor, fue hasta su muerte hace 16 años en un accidente de tráfico, productor musical, diseñador de moda, pintor y escultor.

"Fue una persona única y fuera de lo normal, tanto musical como personalmente, que supo adelantarse a su tiempo y a la que quizá por eso no se le entendió", cuenta en una entrevista con Efe Gerardo Quintana, quien cree que, a pesar de ello, el legado de Casal no está todo lo reconocido que debiera.

Con ese objetivo, el de recordar y reivindicar la obra del cantante, surge este libro, que incluye los testimonios del propio Casal y de más de un centenar de amigos y compañeros de profesión, y que cuenta con prólogo del productor de Casal, Julián Ruiz, y epílogo del fallecido locutor Joaquín Luqui.

"Cuando murió Tino, pensé que empezarían a reeditar sus discos y a hacerle homenajes, pero fue morir y caer en el olvido. Este libro es la primera piedra de un reconocimiento que imagino llegará con el tiempo", explica Quintana, quien lamenta que el único homenaje al músico hecho hasta ahora haya sido el CD de grandes éxitos "Casal Vive" (2000).

Nacido en 1950 en la localidad ovetense de Tudela Veguín, Casal demostró una gran pasión por el arte y la música desde pequeño, tanta que su carrera musical comenzó a los 14 años vinculada a grupos asturianos de la década de los 60 como Los Zafiros Negros y Los Archiduques.

Tras estas primeras experiencias, Tino fichó en 1977 como solista para la compañía Fonogram, la cual pretendió lanzarle como una especie de sustituto del desaparecido Nino Bravo, algo que no coincidía demasiado con el concepto musical del asturiano, quien ya por entonces, había viajado a Londres, conocía a músicos como Bryan Ferry, Marc Bolan y su admirado David Bowie, y era amigo de gente como los Costus o Fabio McNamara.

Su etapa de total libertad -cuenta Quintana- comenzó en la década de los 80, durante la cual publicó casi todos sus discos: "Neocasal" (1981); "Etiqueta Negra" (1983), que contenía "Embrujada"; "Hielo Rojo" (1984) y "Lágrimas de Cocodrilo"(1988), que apareció tras una convalecencia de tres años a causa de una necrosis de fémur y que incluía su mítica versión del tema de los hermanos Ryan de 1968 "Eloise".

El último disco de Casal, quien compaginó durante todo este tiempo su carrera en solitario con su afición por la pintura y la moda, y con su trabajo como productor y compositor de grupos como Goma de mascar, Tacones o los heavys Obús, fue "Histeria", publicado un año antes de su muerte, a la edad de 41 años.