El pentágono critica a China por negarse a que el portaaviones atracara en el puerto

Washington.-  El Pentágono está molesto y sorprendido por la decisión del Gobierno chino de denegar, inicialmente, el permiso al portaaviones "USS Kitty Hawk" para que atracara en el puerto de Hong Kong con motivo del día de Acción de Gracias, pero guardó silencio sobre las consecuencias bilaterales.

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(EFE)

El portaaviones "USS Kitty Hawk" iba a atracar el miércoles en el puerto de Hong Kong, justo para celebrar el jueves el Día de Acción de Gracias, uno de los festivos más importantes para los estadounidenses. EFE/3rd Class Jonathan Chandler/U.S. Navy

"Esto fue un incidente de lo más desafortunado y estamos todavía intentando comprenderlo mejor", dijo el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, citado hoy por el diario The Washington Times.

No obstante, Whitman advirtió de que es "pronto" para predecir si las relaciones bilaterales en materia militar con China se verán afectadas por este "incidente".

Sin embargo, el comandante de las fuerzas de EE.UU. en el Pacífico, Timothy Keating, se mostró "perplejo y preocupado" en declaraciones a la prensa local.

"Es difícil encontrar un aspecto positivo en esto", agregó.

Preguntado sobre cómo afectará la decisión de China a las relaciones militares entre ambos países, Keating afirmó: "Continuaremos trabajando en ellas, pero es difícil para mí ver este asunto en un ángulo positivo".

En el mismo sentido se pronunció la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, quien afirmó que están "desconcertados", aunque no quiso pronunciarse sobre si el presidente de EE.UU., George W. Bush, cambiará su posición hacia las relaciones militares con China.

El portaaviones "USS Kitty Hawk" iba a atracar el miércoles en el puerto de Hong Kong, justo para celebrar el jueves el Día de Acción de Gracias, uno de los festivos más importantes para los estadounidenses.

Los 8.000 marineros tuvieron permiso para juntarse con sus familias durante cuatro días. Cientos de miembros de sus familias volaron a Hong Kong para pasar el puente del día de Acción de Gracias con ellos.

El permiso para que el portaaviones y la flotilla que lo acompañaba pudieran atracar en el puerto fue gestionado por el Pentágono desde hace meses, según las fuentes.

La flota fue avisada de la decisión de China cuando se encontraba ya a pocos kilómetros del puerto de Honk Kong y se preparaba para atracar.

Tras unas horas tensas en las relaciones militares entre ambos países, Pekín accedió finalmente a que el portaaviones atracara en el puerto chino, tras alegar razones "humanitarias".

Sin embargo, en ese momento el portaaviones ya estaba 480 kilómetros mar adentro y con una tormenta a la vista, por lo que el consulado de EE.UU. en Hong Kong dijo que la tripulación no volvería.

La flota se dirigió después hacia su puerto "doméstico" de Yokosuka, en Japón.

Hong Kong es un puerto estratégico para las flotas estadounidenses, pues atracan allí entre 40 y 50 veces al año, según el Washington Times.

Según la prensa internacional, la decisión inicial de Pekín de vetar la entrada de los navíos de guerra podría estar relacionada con las ventas de armamento norteamericano a Taiwán, cuestión que desagrada profundamente a China debido al conflicto que el gigante asiático mantiene con la "isla rebelde" desde 1949.

Hong Kong, que volvió a la soberanía china en 1997, tiene una amplia independencia de Pekín en temas económicos, sociales y políticos, pero no en materia de defensa ni de relaciones exteriores.

Las tensiones entre los ejércitos de China y EE.UU. van aumentando a medida que Pekín se transforma en una potencia mundial, por cuestiones como el apoyo norteamericano a Taiwán, el rearme militar chino o las diferentes posiciones de los dos gobiernos con respecto al aumento de sanciones contra Irán y su programa nuclear.