Según la OCDE, Chile requiere gasto social más eficiente para el crecimiento sostenido

Santiago de Chile.-  Un gasto más eficiente en educación y programas sociales, combatir la economía informal y atraer a mujeres y jóvenes al mercado laboral son cruciales para un crecimiento económico más fuerte en Chile, según un informe de la OCDE difundido hoy en Santiago.

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(EFE)

"El principal desafío en Chile es sostener un crecimiento a largo plazo, impulsado por la productividad", destacó el "Estudio Económico sobre Chile" de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

"El principal desafío en Chile es sostener un crecimiento a largo plazo, impulsado por la productividad y por medio de continuas iniciativas de reforma estructural", destacó el "Estudio Económico sobre Chile" de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El documento, que fue presentado en Santiago por el ministro chileno de Hacienda, Andrés Velasco, señaló además que otro de los desafíos prioritarios del país continúa siendo la reducción "a un ritmo más sostenido" de la brecha de ingreso por habitante.

El organismo también indicó que las "finanzas públicas del país son sólidas, el crecimiento es fuerte y que la inflación, a pesar de las alzas recientes, permanece baja".

En cambio, advirtió que la productividad laboral se compara desfavorablemente con los 30 países miembros de la OCDE, organismo que se conoce como el "club de los países desarrollados".

"Impulsar la productividad requiere más innovación en los negocios y mejorar los niveles de educación", recalca el documento del organismo, del que Chile aspira a ser miembro.

En este contexto, la OCDE abogó porque las políticas educativas centren su atención en la calidad de la enseñanza, "ya que sólo con ampliar los recursos económicos no se logra aumentar los estándares educativos".

"Las sanas finanzas públicas de Chile están permitiendo aumentar el gasto en educación, salud y otros programas sociales", destacó el estudio.

El documento indicó, sin embargo, que pese a que los logros académicos de los estudiantes chilenos se comparan favorablemente con otras economías latinoamericanas, están por debajo del promedio de la OCDE.

Subrayó que mejorar la educación y las competencias es también clave para desalentar el trabajo informal en Chile.

Según los datos del organismo, en el 2003 alrededor del 20 por ciento de los chilenos mayores de 15 años, con una jornada laboral de menos 20 horas a la semana, no contaba con un contrato formal de empleo.

La OCDE también recomendó simplificar los procedimientos burocráticos y de registros de nuevos negocios, lo que reduce el número de empresas informales.

Señaló, además, que la legislación laboral "puede ser más flexible" y que los esquemas de seguridad social deben fortalecerse para motivar a las empresas y a sus trabajadores a que sean parte de la economía formal.

Según las cifras de la OCDE, el porcentaje de mujeres en la fuerza laboral chilena permanece relativamente bajo, alrededor del 42 por ciento, mientras la participación de los hombres es cercana al 73 por ciento.

Recalcó, en ese sentido, que aumentar el número de mujeres con trabajo remunerado favorecerá el crecimiento de Chile en el largo plazo y ayudará a reducir la pobreza.

Propuso en ese contexto, ofrecer incentivos como la flexibilización de la jornada laboral y el aumento de las guarderías infantiles públicas, especialmente para los más pobres.

El documento señaló, por otra parte, que los países miembros de la organización han iniciado un proceso para trabajar "de forma más cercana" con las economías emergentes.

En este escenario recuerda que Chile, Estonia, Israel, Rusia y Eslovenia han sido invitados a iniciar el proceso de negociación para convertirse en países miembros de la OCDE, en la que Chile participa desde 1996 como observador.