La "última foto" en el Congreso ante posible la disolución de la Cámara

Quito.-  Varios diputados ecuatorianos se agrupaban hoy apresurados para fotografiarse en el pleno de la Cámara para, de esa manera, eternizar su paso por el Parlamento, ante la posibilidad de que la Asamblea Constituyente resuelva esta misma semana cesarlos de sus cargos.

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(EFE)

Diputados que integran el bloque parlamentario de izquierda, indicaron hoy, a la prensa que ponen sus cargos a disposición de la Asamblea Constituyente, que quedará instalada mañana en Montecristi, bajo la consideración de que su línea ha sido impulsar siempre la instalación de una Asamblea que reestructure la Constitución y el Estado ecuatoriano.

Beatriz Questaiza, del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN), junto a su compañera Gladys Bonilla y legisladores de otros partidos posaron frente de la mesa de trabajo de la Presidencia del Congreso para fotografiarse.

Aunque en voz baja se escuchaba entre risas e ironías, indignación y resignación que era mejor captar "la última imagen", algunos legisladores se resistían a aceptar la posible sentencia de la Asamblea, que se instalará mañana y se inaugurará el viernes.

"No es la última foto, si vamos a seguir viniendo", dijeron las legisladoras al señalar que la Asamblea Constituyente no tiene la facultad para cesarlos del cargo.

Como las dos legisladoras muchos diputados se fotografiaron en el pleno legislativo junto a banderas, murales y monumentos tanto en el interior como en el exterior de la Cámara.

Solos o en grupo, los legisladores, asesores y uno que otro trabajador administrativo del Congreso pusieron su mejor sonrisa para los retratos, después de que hoy mismo se aprobara un receso legislativo, que iniciará mañana y del que piensan regresar dentro de un mes, si es que la Asamblea no los ha cesado del cargo.

"Nosotros no tenemos incertidumbre de lo que haga la Asamblea, tenemos claro que ésta no tiene la facultad de cesarnos. Ellos están discute y discute y no encuentran la figura legal para destituirnos. Lo único que les queda es la fuerza y eso es totalmente ilegal", dijo Bonilla.

La diputada del Prian, uno de los partidos de oposición al Gobierno del presidente, Rafael Correa, dijo que lamentaría mucho que la Asamblea "atropelle" la Constitución y "los manda a casa", pues "muchos proyectos buenos se quedarían en el limbo".

"Tengo en mente plantear una reforma a la Ley de hidrocarburos, quiero sacar una ley que favorezca a los trabajadores informales, y tengo pendiente una serie de proyectos sobre todo en el área social", dijo la diputada.

Por su parte, la legisladora Tania Masón, del Movimiento Popular Democrático, y que forma parte de un grupo de nueve diputados que hoy pusieron sus cargos a consideración de la Asamblea, coincidió con Bonilla en que quedan proyectos pendiente, pero agregó que era necesario presentar la dimisión del cargo.

Masón dijo que la falta de popularidad del Congreso se debe, entre otras, a la poca difusión que se le ha dado a los proyectos que aprobó y tramitó la Cámara, a los que calificó de "muy buenos".

Si la Asamblea cesa a los legisladores, queda pendiente, entre otros, el juicio penal que contra Correa intenta entablar Quinto Pazmiño, el ex asesor del Ministerio de Economía, por supuestas injurias y que la Corte Suprema aceptó a trámite, aunque esperaba un pronunciamiento del Congreso para continuar con las investigaciones.

La sede de la Cámara que fue recientemente remodelada e inaugurada, después de un incendió que le afectó en 2003, lucirá desde mañana sin oposición ni partidarios del Gobierno.

En el edifico permanecerán pocos empleados de mantenimiento y aquellos que trabajan en el Congreso en el área administrativa, los cuales están preocupados por la decisión que tome la Asamblea.

"No sabemos qué va a pasar con nuestros trabajos, la Asamblea tendrá que hacer una aclaración respecto a esto", dijo un trabajador mientras miraba fotografiarse a los diputados.