La policía logra sacar a una persona del zulo mientras en el interior siguen dos

Sevilla.-  La Policía ha logrado sacar a una de las tres personas encerradas y encadenadas en un zulo construido en el edificio conocido como Casas Viejas, donde varios ocupas han sido desalojados hoy para proceder a la demolición del edificio en el barrio de la Macarena de Sevilla.

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Según informó a Efe un portavoz de los resistentes, los bomberos, que también trabajan para desalojar totalmente el edificio de los encerrados, "han admitido que no tienen medios para sacarlos".

El desalojo comenzó pasadas las 7:00 horas de la mañana cuando un dispositivo de la Policía Nacional formado por más de 50 agentes empezó a cortar las calles del entorno del edificio donde siete personas se encontraban en su interior resistiéndose a ser desalojadas.

Cuatro de ellas permanecían encadenadas, mientras que otras tres se encontraban atados a tubos de hormigón en una galería subterránea de cuatro metros de longitud que los propios ocupas habían construido.

Además, para evitar el acceso a este habitáculo, los ocupas habían colocado una puerta blindada que, de ser echada abajo, caería sobre estas personas.

Los ocupas advirtieron a los agentes de la situación en la que se encontraban sus compañeros y les explicaron que cualquier acción encaminada a sacarlos de la galería podría poner en riesgo sus vidas, por ello, Bomberos de Sevilla se desplazaron al lugar para intentar sacar a los ocupas sin causarles daño, una misión que aún se prolonga después de haber salvado el obstáculo de la puerta blindada.

Mientras todo esto ocurría en el interior de Casas Viejas, un centenar de simpatizantes del movimiento ocupa se manifestaron sin permiso "cargados" de cacerolas por las calles Resolana y Feria para protestar por el desalojo del inmueble.

Varios agentes antidisturbios cargaron contra ellos en repetidas ocasiones y se vivieron situaciones de tensión a las que asistieron los ciudadanos que a esas horas de la mañana se encontraban en esta zona de la ciudad.

A pesar de que nadie resultó herido de gravedad, una chica recibió un golpe en la cabeza que le produjo una brecha.

Una vez disuelta la protesta, los ocupas se dirigieron a la Plaza Nueva, donde se ubica el Ayuntamiento de Sevilla, para mostrar su oposición al desalojo sin que se produjeran incidentes de ningún tipo.

La Policía Nacional no detuvo a ningún manifestante, aunque varios de ellos fueron identificados.