Quiero escribir sobre el deterioro del medio ambiente, pero no puedo, afirma Jostein Gaarder

Guadalajara (México).-  El filósofo noruego Jostein Gaarder desea escribir un relato sobre el deterioro del medio ambiente, pero no lo ha logrado, y asegura que le gustaría hacerlo por la urgencia que hay para conservar el planeta.

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(EFE)

El escritor noruego de novelas e historias cortas y libros para niños Jostein Gaarder habla durante una rueda de prensa, en el marco de la Feria Internacional del libro de Guadalajara que se lleva a cabo en esta ciudad mexicana.

"Lo he intentado pero no pude terminarlo. Estoy pensando en eso continuamente", reconoció hoy el autor de "El mundo de Sofía" (1991) en entrevista con Efe.

Para Gaarder la conservación de la naturaleza es un tema fundamental, pero como escritor no desea sacar "un libro deprimente" sino darse un poco más de tiempo.

"Cuando hablamos de arte uno no debe ser demasiado políticamente correcto. Tampoco debe uno moralizar. Hay que respetar las cualidades artísticas y eso es difícil", explicó.

Tras el éxito mundial de "El mundo de Sofía", el autor nórdico creó en 1998 una fundación a la que ha destinado los beneficios que le proporcionan sus libros y donde trabajan catorce expertos en desarrollo sostenible que han desarrollado proyectos en Argentina, Argelia e India.

Cada año otorgan un premio de más de 100.000 dólares a una iniciativa ecológica que les convenza y siguen de cerca las discusiones de los científicos y las decisiones políticas que se toman.

Gaarder reconoce que algunas de estas discusiones y decisiones son valiosas, pero echa en falta un mayor sentido de urgencia.

"Eso es lo que los políticos deberían hacer: mirar a la cámara y decir 'esta situación es la más peligrosa que la humanidad ha enfrentado jamás de los jamases", señala Gaarder.

Más que escéptico por el tema del cambio climático y el calentamiento global, el filósofo mira con recelo la renuencia de países como Noruega y los más desarrollados del mundo a cambiar sus patrones de consumo excesivo.

"Somos un país que consume combustibles fósiles. Creo que per cápita somos el país más rico del mundo, e incluso así es muy impopular apelar a reducir el consumo", lamenta el escritor, quien reprocha más que a nadie a EE.UU. por su pasividad ante el problema.

"La Administración Bush no se ha tomado los problemas medioambientales en serio. No suscribió el Protocolo de Kioto ni otros tratados", recuerda el también autor de "Los niños de Sukhavati" (2004) y "Maya" (2000).

"Nosotros en los países nórdicos vemos lo rápido que el Ártico se está derritiendo. Los inuit, por ejemplo, en Canadá y Groenlandia no pueden vivir como solían, no pueden cazar como antes. Los osos polares están amenazados. El cambio climático es también grave en Suramérica y África", asegura.

Denuncia que la inmigración desde el Magreb hacia el sur de Europa y la que está llegando desde Senegal a las Islas Canarias la forman "en parte refugiados medioambientales", personas que están sufriendo las consecuencias del calentamiento como la desaparición de los glaciares del Monte Kenia.

Gaarder teme la situación de desequilibrio medioambiental que existe en China y percibe algunos signos positivos ante el problema en Estados Unidos a partir de 2006 gracias a las campañas del ex vicepresidente Al Gore.

"Los políticos han tomado acciones y están cambiando las políticas dramáticamente, pero no es suficiente todavía", asegura.

Entre sus propuestas para el siglo XXI el narrador pide que se adopte una especie de Declaración Universal de las Obligaciones Humanas que dé seguimiento y fundamente la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.

Gaarder publicó su primera novela ("El misterio solitario") en 1990 y se hizo internacionalmente conocido en la década de los noventa con "El mundo de Sofía", escrito en noruego en 1991 y traducido a más de cincuenta idiomas.