Dirigentes y familiares de los secuestrados esperan una respuesta de las FARC sobre la "zona de encuentro"

Bogotá.-  Líderes políticos, de la Iglesia Católica, familiares de los secuestrados y ciudadanos del común apoyaron el anuncio del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de una aceptar una "zona de encuentro" para negociar un acuerdo humanitario y quedaron a la espera de la respuesta de las FARC.

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(EFE)

El presidente colombiano, Álvaro Uribe (d), manifestó su aceptación a la creación de una "zona de encuentro" para definir un acuerdo con las FARC que derive en la liberación de los secuestrados.

El mandatario anunció hoy una "zona de encuentro" en cualquier lugar del territorio, al hablar en la Escuela de Policía General Santander durante la ceremonia de ascenso de varios generales, pocas horas después de que la Conferencia Episcopal le pidiera negociar el acuerdo que conduzca a la libertad de secuestrados.

El senador Gustavo Petro, uno de los líderes del principal partido de oposición, el Polo Democrático Alternativo (PDA), afirmó que apoyan la iniciativa gubernamental.

El alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, se reunió poco después del anuncio del jefe de Estado con el presidente del PDA, Carlos Gaviria, y otros miembros de esa colectividad, para informarles de la decisión.

Petro consideró que lo más importante de la determinación de Uribe, quien hasta hoy se había negado rotundamente a la posibilidad de una zona sin fuerza pública para negociar el acuerdo humanitario, es que se trata de una muestra de voluntad política, para dar fin a la tragedia de los secuestrados y sus familias.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han exigido reiteradamente para la negociación del acuerdo humanitario que se permita el "despeje" (desmilitarización) de los municipios de Florida y Pradera, en el suroeste del país.

El gobernador electo de Santander, Horacio Serpa, derrotado en dos ocasiones en comicios presidenciales por Uribe, destacó la manifestación de la voluntad política del mandatario para avanzar hacia el acuerdo humanitario.

La presidenta del Congreso, la senadora Nancy Patricia Gutiérrez, celebró la decisión de Uribe y consideró que con ella "el país queda notificado y la comunidad internacional de que el único mediador es la Iglesia Católica".

El senador Héctor Helí Rojas, vocero del Partido Liberal, también en la oposición, dijo que el anuncio crea una "gran expectativa".

"Apoyamos y celebramos la decisión del presidente Uribe (...) Esperamos que los sabios y opinadores de este país no empiecen a ponerle peros", aseguró.

"El presidente puso el balón en la cancha de las FARC y como sociedad debemos reclamarle a las FARC que acepte la propuesta, que no vuelvan a poner nuevos infranqueables" para el acuerdo, manifestó el senador Rojas.

Pidió que no se vaya a perder este momento tan importante, "en el que el presidente quitó su mayor talanquera, la de una zona de reunión, o llámese como se llame".

El presidente de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes, Mauricio Lizcano, hijo de Óscar Lizcano, un ex congresista secuestrado por las FARC, dijo estar agradecido con la propuesta de Uribe

"Creo que acoge lo fundamental de las peticiones de las FARC, de una zona de encuentro, por un tiempo limitado, para entrar a dialogar sobre el intercambio humanitario, que era el factor más inamovible", destacó.

Anotó que no es la paz de Colombia lo que se va a lograr, sino un acuerdo humanitario.