Una encuesta revela que las mujeres se sienten menos inteligentes, pero más trabajadoras

Gijón.-  Un estudio realizado en Gijón a 150 desempleados que recibían cursos de formación en la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado (ASATA) ha revelado que las mujeres encuestadas se consideraban "menos inteligentes" que los hombres, "pero más trabajadoras, persuasivas y con capacidad de relación".

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(EFE)

La princesa de Asturias saluda a una de las trabajadoras de la Cámara de Comercio durante la visita realizada a la sede de la Institución.

La concejala de Empleo del Ayuntamiento, Begoña Fernández, ha presentado hoy junto al presidente de Asata, Agustín González, este análisis titulado "Estudio sobre las desigualdades de género en el mercado laboral de Gijón".

La investigadora principal de este trabajo, la profesora de la Universidad de Oviedo Beatriz Junquera, ha explicado que los aspectos discriminatorios hacia las mujeres más considerados por los desempleados son la falta de oportunidades que ofrece la sociedad, las barreras que imponen las empresas y sus obligaciones como madres.

Asimismo, factores como el estado civil, las responsabilidades familiares y las actitudes entre hombres y mujeres respecto al papel de éstas en la familia y en la sociedad también influyen negativamente en la discriminación laboral del colectivo femenino.

En cuanto a los estudios, se observa un nivel de formación similar, sin embargo, la adquisición de conocimientos es más costosa para las mujeres.

De hecho, la atención a la familia es la razón más poderosa entre las mujeres para no realizar cursos de formación.

Aparte de la falta de autoestima de las mujeres, el análisis también ha reflejado que las 150 encuestadas se consideran más débiles que los varones en cuanto a habilidades de tipo técnico y transversal, así como en lo que se refiere al manejo de internet, informática e idiomas.

Por otro lado, el género también influye en la experiencia laboral, ya que se ha observado que el empleo femenino es mucho más a tiempo parcial, aunque, por otro lado, las mujeres trabajan una media de horas superior.

El estudio concluye que la situación de discriminación de la mujer no depende en exclusiva, ni siquiera básicamente, de las medidas legales, sino que es responsabilidad de toda la sociedad.

Al respecto, añade que es "el despilfarro del capital humano femenino es un lujo que ninguna sociedad puede permitirse y, sin embargo, se está produciendo".

Fernández se ha referido a este estudio como un buen punto de partida para contribuir a un mercado laboral "más equitativo, más rico y más efectivo para las necesidades de las empresas" y ha agradecido a ASATA su implicación con este tipo de actuaciones porque demuestra una "preocupación" por las desigualdades y por colaborar a superarlas.