2008: año del turismo frente a los retos del cambio climático

Con una contribución del 5% a las emisiones globales de carbono, el impacto del turismo en el cambio climático no puede minusvalorarse, sobre todo cuando el sector vive un crecimiento sin precedentes. Los destinos de todo el mundo se encuentran bajo presión, desde las estaciones de esquí hasta las playas, desde las metrópolis más populares a los campos de golf o las islas de descanso.

(EFE)

Las últimas cifras publicadas por la Organización Mundial del Turismo de la ONU indican que el sector experimenta una expasión excepcional con 610 millones de llegadas turísticas internacionales durante los primeros dos cuatrimestres de 2007, 32 millones más que las registradas durante el mismo periodo en el año anterior. Se espera que esa cifra ascienda a más de 1.500 millones para el año 2020.

Según estudios de la OMT, las tendencias en el 2007 han confirmado la fortaleza de la demanda turística y su resistencia a potenciales amenazas, desde la turbulencia de los mercados financieros a la subida de los precios del petróleo o la inestabilidad política y los escenarios de inseguridad.

"El turismo es un actor muy visible en el cambio climático: es una gran generador de gases de efecto invernadero y se ve también muy afectado por el calentamiento global, que amenaza a las costas, los arrecifes de coral o el atractivo de las zonas de clima paradisíaco. Es víctima a la vez que villano en el cambio climático", señala Geoffrey Lipman, Secretario General Adjunto de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

"Pero si no marcamos nuestras propias prioridades en este proceso", advierte, "éstas nos vendrán marcadas desde fuera y no tendremos ningún control del mismo". Según estimaciones de la organización, si no se adoptan medidas mitigadoras, las contribuciones de la actividad turística al CO₂ de la atmósfera podrían crecer en un 150% en los próximos 30 años.

Ante este desafío, la agencia de la ONU ha decidido concebir una campaña internacional para el 2008 con vistas al Día Mundial del Turismo que girará en torno a la respuesta del sector a los retos del calentamiento de la Tierra. Gobiernos de todo el mundo ya han dado muestras de estar concienciados. A iniciativa de la OMT, más de 60 ministros de Turismo suscribieron en Londres en noviembre pasado una declaración elaborada en el foro de Davos comprometiéndose a "adoptar acciones concertadas frente al cambio climático".

Pero la cuestión es si la industria y el sector privado darán una respuesta igualmente entusiasta. "Sería iluso esperar que los inversores dejen de pensar en beneficios y ganancias, pero también es cierto que la industria mira el medio plazo. Y el cambio climático es como un petrolero que se hunde- el desastre puede que no sea inmediato, pero de vastas dimensiones si no se adoptan medidas correctivas radicales", dice Lipman. "La industria turística sabe que no tiene alternativa".