Japón retoma el apoyo a EEUU en su guerra de Afganistán

Tokio.-  Japón retoma desde hoy su apoyo a Estados Unidos en la guerra de Afganistán después de que la Cámara Baja aprobase, contra la voluntad del Senado, la ley de suministro de combustible a buques norteamericanos que operan en el Océano Índico.

Sin perder un sólo día, el ministro de Defensa nipón, Shigeru Ishiba, ha ordenado a la Armada que se prepare para retomar la misión que abandonó el pasado 1 de noviembre, con el objetivo de estar operativa a mediados de febrero.

Tokio reanuda así el modesto pero simbólico apoyo a la guerra global contra el terrorismo de Washington, su máximo aliado político y militar desde el final de la II Guerra Mundial.

El Gobierno nipón recibió la felicitación de EEUU por boca su embajador en Tokio, Thomas Schieffer, quien halagó los esfuerzos de Japón en la lucha global contra el terrorismo.

El primer ministro, Yasuo Fukuda, confía en que la flotilla nipona zarpe a finales de enero, toda una victoria para su Gobierno y también para su partido, el Liberal Demócrata (PLD), que inició la misión de abastecimiento en el Índico en tiempos de Junichiro Koizumi.

Japón enviará en esta ocasión el barco de suministro Oumi, que será escoltado por el destructor Murasame.

El Gobierno calcula que los barcos japoneses llegarán a la zona de operaciones para reiniciar el abastecimiento de buques aliados en el Índico a mediados de febrero, tres meses largos después de abandonarla.

No obstante, en esta ocasión la ley japonesa limita la misión al suministro de petróleo y agua y estará vigente solamente por un año.

Además del apoyo a EEUU en su guerra en Afganistán, Tokio también pone su granito de arena en la misión estadounidense en Irak.

La participación japonesa en este país está regulada por otra normativa, aprobada en abril de 2003 y renovada por última vez en julio de 2007 por un año, poco antes de las elecciones en las que salió derrotado el Gobierno.

Esta ley especial permite a las Fuerzas de Auto Defensa niponas de Tierra y Aire ofrecer apoyo logístico a Estados Unidos con vuelos de transporte de tropas y mercancías desde Kuwait a Irak.

En cuanto a las labores de la Armada japonesa relacionadas con Afganistán, hasta agosto de 2007, Japón suministró 480.000 kilolitros de combustible a barcos de guerra de once países en aguas del Índico.

El último suministro a un barco se produjo a finales del pasado octubre, cuando el navío nipón Tokiwa abasteció a un destructor paquistaní.

El envío de barcos de suministro al Océano Índico ha sido el caballo de batalla político en Japón desde el pasado julio, cuando la oposición se hizo con el control del Senado y anunció su rechazo a la extensión de la ley que había permitido hasta entonces el apoyo a EEUU en la guerra de Afganistán.

Desde entonces, el PLD se ha debatido entre su instinto de seguir apoyando a Estados Unidos y el temor a imponer la extensión de la ley a pesar del rechazo del Senado, un extremo al que el partido dominante en la Cámara Baja no había acudido nunca desde 1951.

Finalmente el PLD y su socio en el Gobierno, el Nuevo Komeito, han hecho valer la mayoría de más de dos tercios necesaria en la Cámara Baja para doblegar el veto emitido esta misma mañana en el Senado.

El Gobierno se ha inclinado por su lealtad a Washington, a pesar de que no goza de mucha más solidez que durante el mandato del predecesor de Fukuda, Shinzo Abe, que tocó fondo acosado por los escándalos.

La oposición ha reaccionado sin demora y con suma indignación a la decisión del partido gubernamental. Algunos de sus dirigentes subrayaron hoy que el Gobierno ha hecho valer una mayoría lograda hace demasiado tiempo.