Rafael Correa anuncia una nueva estructuración territorial para el segundo año de su mandato

Montecristi (Ecuador).-  El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció hoy que comenzará su segundo año de gestión con una nueva organización del Ejecutivo y un novedoso esquema de estructuración territorial para un ágil manejo administrativo, con el fin de combatir la desigualdad.

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(EFE)

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, presenta hoy su informe del primer año de labores en la sede de la Asamblea Constituyente en Montecristi (Ecuador) ante 490 invitados, todos nacionales.

En su primer mensaje a la nación presentado hoy ante la Asamblea Constituyente en la ciudad costera de Montecristi (oeste), Correa reiteró que sabe que los grupos de poder intentarán "boicotear" la "revolución ciudadana", que él propugna, así como dividir a los actuales sectores que dirigen el país.

En ese sentido, comentó que hay quienes creen que en el movimiento Alianza País, que él dirige, hay una división entre quienes le apoyan y los seguidores de su correligionario Alberto Acosta, presidente de la Asamblea, y advirtió a la oposición que "no lograrán" dividirlos.

Al mencionar la "reforma democrática" del Estado, señaló que incluye la recuperación de la planificación y la formulación de un plan nacional de desarrollo, así como un nuevo esquema de organización territorial y una mejor asignación y distribución de los recursos públicos.

Destacó la necesidad de sumar una visión regional a la sectorial que se tiene del país, por lo que anunció una nueva organización del país en siete regiones, igualmente distribuidas en relación a territorio y población, entre otros aspectos.

Mencionó a Quito y Guayaquil como regiones en sí mismas y a los emigrantes como la décima región, y aclaró que la Asamblea, que redacta una nueva Constitución, puede acoger o rechazar su propuesta de nueva distribución territorial.

Correa, un economista de 44 años que propugna el "Socialismo del siglo XXI", indicó, además, que avanza el proyecto de crear una "cuenta única" del Estado, que al juntar todos los recursos del sector público tendría un saldo cercano a los 5.000 millones de dólares, y podría empezar a funcionar en 2009.

De igual manera, anunció cambios en el sistema de compras públicas, en busca de "transparencia, eficiencia y de políticas de apoyo al sector nacional y pequeño productor".

Criticó la cantidad de entidades adscritas a la Presidencia que encontró hace un año, lo que calificó de "payasada" y "burla", por lo que reveló un nuevo organigrama del Ejecutivo con la creación de ministerios regionales que simplifiquen labores.

En lo económico reconoció que tuvo problemas en el sector petrolero y pronosticó su recuperación en 2008, gracias a la inversión en 2007 de 400 millones de dólares en el sector, al apoyo de Venezuela en el campo técnico y al reingreso de Ecuador a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

El gobernante también manifestó que espera para este año cuatro nuevos megaproyectos que permitan bajar el coste del kilovatio/hora.

Pese al crecimiento de la economía del 2,6 por ciento, por debajo de lo proyectado por el Banco Central, dijo que el año económico no fue malo y apuntó que la inflación está controlada.

Correa explicó durante casi dos horas el desarrollo económico del país en 2007, ante autoridades de control, ministros, el cuerpo diplomático y en ausencia de los asambleístas de la oposición, que abandonaron la sala.

Destacó como prueba del "cambio de época" que propugna el que en su primer año de gestión dio prioridad al pago de la deuda social sobre la externa y dijo que espera que en 2010 el servicio de la deuda externa en el presupuesto sea del 11 por ciento.

El jefe de Estado reconoció que el sector externo comercial es el "Talón de Aquiles" de la economía ecuatoriana, pues el déficit comercial no petrolero bordea el 10 por ciento del Producto Interno Bruto.

Insistió en la necesidad de diversificar los mercados para los productos ecuatorianos con nuevos destinos en Asia y América.