La nieve volvió hoy a pintar de blanco la ciudad de Tokio gracias al descenso de las temperaturas y cumplió con lo que ya es una tradición anual desde 1876, sólo interrumpida el año pasado.La primera nevada de 2008 fue bien recibida por los tokiotas, que se lanzaron con sus paraguas a la calle para hacer su vida normal a pesar de la intensidad de la tormenta.