Japón ofrece una nueva alternativa a la lucha antitabaco

Japón da un paso más en la lucha contra el tabaquismo entre los menores de edad. A partir de este mes, los fumadores deberán utilizar una tarjeta identificativa para comprar en las máquinas expendedoras. En España, desde el 1 de enero de 2007, las máquinas deben ser activadas con mando a distancia por los hosteleros.

(EFE)

Una máquina expendedora con el mecanismo de verificación de edad.

La tarjeta identificativa japonesa, bautizada como TASPO, ofrece una ventaja frente a la medida adoptada en España el pasado año y que funciona también en otros países europeos, como Irlanda, Italia y Alemania, desde el año 2001. No es el criterio objetivo de un hostelero el que determina la venta del tabaco, sino que la propia máquina se pone en funcionamiento si en la tarjeta del nipón aparece que es mayor de edad.

En España, desde principios de año, las máquinas expendedoras aparecen bloqueadas de forma permanente, y sólo se activan a través de un mando a distancia. Cuando una persona quiere comprar tabaco, debe pedirlo en la barra del establecimiento y es el empleado el que decide, en función de la comprobación visual, si la persona es mayor o menor de edad.

Las máquinas expendedoras japonesas, por el contrario, son 'autónomas' y no dependen de ningún criterio subjetivo, sino que se ponen en funcionamiento dependiendo de la fecha de nacimiento que recoge la TASPO. Los usuarios, que han empezado ya a adquirirla, pueden además recargarla con dinero, igual que las tarjetas telefónicas. De este modo, no es necesario que lleven 'calderilla' para hacerse con una cajetilla de tabaco.

El éxito no está asegurado

Según los datos de tabaquismo en España de los últimos años, la introducción de estas máquinas en Japón no tiene asegurada la disminución en la venta de tabaco entre los menores de edad. Según Rodrigo Córdoba, portavoz del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo(CNPT), en el 85% de los locales se elude la comprobación visual a la hora de activar las máquinas. Y eso que la ley dice que no se puede vender tabaco a los menores de 18 años. Esta venta es una infracción grave y las multas oscilan entre los 601 y los 10.000 euros.

A pesar de este incumplimiento, el consumo de tabaco entre los menores de edad, en los últimos dos años, ha disminuido en un 6%. Según los datos del CNPT, actualmente fuman a diario un 14% de los menores de entre 14 y 18 años. Hace 2, lo hacían un 20%. Para Córdoba, estos datos no se deben a esta prohibición sino a la regulación de la publicidad y patrocinio.

En cuanto a los datos de tabaquismo entre mayores de edad, también han ido a la baja. Desde el año 2000 han disminuido progresivamente, un 1% anual, situándose ahora en un 24% de la población. Córdoba explica que "aunque la ley antitabaco ha contribuido en esta disminución, lo que lo ha hecho especialmente ha sido ver como mueren personas a nuestro alrededor por estas causa".

Para la CNPT la solución del problema del tabaquismo 'infantil' no pasa por tomar medidas con las máquinas expendedoras de tabaco. "Lo que habría que hacer sería prohibirlas y que sólo se vendiese tabaco en los estancos. Si hay 20.000 farmacias para suministrar medicamentos a toda la población, con los 16.000 estancos que existen en España, se podría suministrar perfectamente tabaco a los fumadores", asegura Córdoba.

Si esta medida podría ser polémica en España, más aún sería en Japón. En este país, donde se fuman una media de más una cajetilla diaria, las máquinas son parte del paisaje urbano. Alrededor de 520.000 máquinas expendedoras de tabaco están distribuidas por todo el país, el tercero en el que más se fuma en el mundo, después de Estados Unidos y China.