Nuria Amat cree que para una "sensibilidad especial, escribir es como subir al Everest"

Barcelona.-  Después de seis años sin publicar, vuelve la barcelonesa Nuria Amat a las librerías con la novela "Deja que la vida llueva" y el poemario "Poemas impuros", donde sin pudor pone "pensamiento" a los hechos de la existencia, sintiendo que la escritura es una enfermedad y como "subir al Everest".

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(EFE)

La escritora barcelonesa Nuria Amat ha visto coincidir en las librerías sus dos últimas obras, la novela "Deja que la vida llueva" y el poemario "Poemas impuros", de las que ha hablado con Efe en una entrevista.

Tocada por una gripe intestinal que esta mañana le impide probar bocado, afronta la escritora una jornada de entrevistas sobre sus dos últimos libros, editados por Lumen y Bruguera, respectivamente, aseverando que, a su edad, una de las cosas que más le gustaría es que "me leyeran, sin tener que promocionar mis obras".

En declaraciones a Efe, esta biznieta del fundador de la Enciclopedia Espasa, hija y hermana de pintores, explica que lo que cuenta en "Deja que la vida llueva" -retazos de la biografía de una mujer marcada por la temprana muerte de su madre- lo llevaba dentro desde hace años, mientras que el centenar de poemas "impuros" que presenta ahora fueron surgiendo en paralelo al relato.

Como es habitual en Amat, una niña tartamuda que aprendió a hablar de mayor, juega con las palabras para tratar sobre la vida. "La aventura de escribir -prosigue- consiste en buscar palabras que expliquen emociones, momentos y verdades. Trascender las anécdotas que nos ocurren a todos cada día", apostilla.

Cuando se le pide una reflexión sobre el oficio, esta "Frida Kahlo de la narrativa española", en palabras de su editora y amiga Ana María Moix, indica que su forma de comunicarse con el mundo ha sido siempre la escritura, "lo que explica ya bastante mi forma de ser" y agrega que es lo que más "permite ir al fondo del pensamiento y la intimidad".

Respecto a la diferencia entre hilvanar poemas o un argumento narrativo, Nuria Amat reconoce que incluso en la forma es diferente, puesto que los poemas suele escribirlos a mano, mientras que las novelas van surgiendo mientras pulsa las teclas de su ordenador.

En esta ocasión, ella, que siempre ha escrito poesía, dice haber sentido "un estado especial en mi interior" y, sin pudor, "hablo en mis poemas -explica- de lo que realmente me importa".

El centenar de piezas que presenta en "Poemas impuros", tanto tienen forma de haiku japonés como son extensos, y abordan desde el amor y el desamor hasta el paso del tiempo en el cuerpo y en el alma.

A su juicio, precisamente, "yo estoy más en los poemas que en la novela, aunque sea ésta la que puede parecer autobiográfica", puesto que ella también perdió a su madre de niña, y, aunque su infancia fue "confortable", fue también "muy dolorosa por ese motivo".

Con una amplia biblioteca en el sótano de su casa barcelonesa, dice la también ensayista que cuando está en proceso de escritura siempre dialoga con otros libros que la han influido a lo largo de su vida.

"Para una sensibilidad especial, escribir es como subir al Everest tres veces al año", explica, y remarca que a veces sueña "con una vida sin escribir. De hecho, mi sueño es dejar de escribir".

Mujer de izquierdas que se muestra desencantada con la política, aunque acudirá a votar el próximo día 9 de marzo, ahora sueña, cuando cree haber cumplido con sus dos hijas, "con ser más libre", pese a que reconoce que desde que tenía veinte años ha hecho "lo que me ha dado la gana".