Comienza tramitación de la Ley de Salud que Rubio cree garantista y el PP "desamparadora"

Santiago de Compostela.-  PSOE y BNG rechazaron hoy la enmienda a la totalidad del PP a la Ley de Salud de Galicia, por lo que comienza la tramitación parlamentaria de una norma que la conselleira de Sanidad, María José Rubio, definió como un proyecto garantista, mientras que los populares auguraron su fracaso por "desamparadora".

El texto legal, aprobado por el Consello de la Xunta el pasado 17 de enero, recoge las prioridades del Gobierno gallego en este tema que pasan por "fortalecer el sistema público de salud, logrando mayores cotas de calidad, seguridad y eficiencia en los servicios sanitarios", subrayó Rubio.

En el transcurso del debate parlamentario sobre el proyecto de ley la titular de Sanidad alegó que éste "culmina el establecimiento de las bases de transformación de la sanidad gallega".

Por su parte, el popular Miguel Santalices se sorprendió de que esta norma reproduzca en un 90% el texto del articulado anterior aún vigente, que es "una buena ley en manos de malos gestores", por lo que auguró sobre el nuevo proyecto que está "garantizado su fracaso".

Rubio desgranó la estructura de la norma en 10 títulos y 137 artículos que implanta un modelo de atención integral a la salud, con un sistema centrado en las necesidades de la población y de los pacientes pero con la participación "real y continua" de los profesionales y la colaboración de otras administraciones.

Se trata, explicó, de un nuevo texto que "supera la fórmula organizativa y funcional" de la anterior ley y que prima el concepto de salud por encima de la ordenación de los servicios sanitarios.

En este contexto, la conselleira detalló que la norma pone el acento en la defensa del carácter público del Sistema de Salud de Galicia, al que compete lograr la autonomía financiera y disponer de una financiación sostenible, y en cuanto al sector privado, mencionó los mecanismos de relación que se pueden establecer basados en la subsidiariedad y complementariedad de éste.

"El texto pone el acento en la defensa del carácter público del sistema, introduce el concepto de calidad y la mejora continua, incorpora la regulación del sistema de información, establece dos instrumentos de planificación, apuesta por las áreas de salud, hace hincapié en los conceptos de equidad y accesibilidad al sistema sanitario y ofrece una visión integral de la salud", argumentó.

Para los populares, la sanidad gallega "no vive buenos momentos" debido a la "conflictividad laboral", las listas de espera y la problemática en los servicios de urgencia, dijo Santalices.

A su juicio, este proyecto "sólo" cambia una vocal en su designación (LOSGA por LESGA) y "no hay más profundidad" en él pues se queda con un "encefalograma plano" por carecer de ideas nuevas.

Es por ello que lo consideró "innecesario" porque además "le da la espalda a la ciudadanía" y únicamente propone tres aspectos nuevos: la "desaparición" de la red gallega sanitaria de utilidad pública, la "liquidación" de las fundaciones pero se deja la "puerta abierta a un nuevo modelo de implantación" de las mismas y un "auténtico atentado a los derechos de los trabajadores".

En este contexto, Santalices hizo referencia a las huelgas de los médicos y apuntó que con esta norma no se saldrá de la "conflictividad permanente" porque supone una "patada en el corazón al estatuto básico del empleado público".

"Se habla de profesionales para trincarlos, cómo lesionar sus derechos con la movilidad forzosa", precisó.

Así, ofreció consenso para elaborar una nueva que sea "razonable" con vigencia "a largo tiempo" y, aludiendo al artista que representará a España en Eurovisión, abogó por evitar una "ley chiquilicuatre".

PSOE y BNG respaldaron el nuevo proyecto por garantizar el derecho a la salud integral de los gallegos.

Mar Barcón aseguró que esta ley "choca" con la anterior de derivar hacia el sector privado y recoge con rigor los derechos de trabajadores, y Cristina Ferreiro abogó por su vocación de futuro.