Bush analiza con sus asesores militares los futuros niveles de tropas en Irak

Washington.-  El presidente de EE.UU., George W. Bush, se reunió hoy a puerta cerrada con sus asesores en el Departamento de Defensa para analizar la situación en Irak y escuchar sus opiniones sobre futuras reducciones de tropas allí desplegadas.

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(EFE)

En la actualidad se encuentran desplegados en Irak cerca de 156.000 soldados estadounidenses, cifra que quedará reducida a 138.000 para finales de julio si se cumple el calendario previsto.

La reunión se prolongó por espacio de dos horas, indicó el portavoz del Pentágono, Bryan Whitman.

En las conversaciones estuvieron presentes, entre otros, los jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, y el jefe de Gabinete de Bush, Joshua Bolten.

El vicepresidente de EE.UU., Dick Cheney, recién llegado de una gira por Oriente Medio, también estuvo presente en los debates.

Según Whitman, la reunión, paralela a una similar celebrada el lunes en el Departamento de Estado, tuvo como objeto "conocer los puntos de vista sobre Irak y el camino a seguir".

Como presidente de la sesión ofició el jefe de la Junta del Estado Mayor, el almirante Michael Mullen, quien tenía previsto presentar la opinión consensuada sobre la estrategia en el país árabe de los comandantes de las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas: el Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y la Infantería de Marina.

Bush recaba información sobre los niveles recomendados de tropas en Irak antes de que el comandante en jefe de la fuerza estadounidense en el país árabe, el general David Petraeus, presente un informe sobre la situación ante el Congreso los próximos 8 y 9 de abril.

Se espera que tras ese informe, y siguiendo las recomendaciones de Petraeus, Bush anuncie una parada en las reducciones de tropas que han venido teniendo lugar a lo largo de este año, a la espera de ver cómo evoluciona la situación.

En la actualidad se encuentran desplegados en Irak cerca de 156.000 soldados estadounidenses, una cifra que quedará reducida a 138.000 para finales de julio si se cumple el calendario previsto.

Esas cifras pondrían los niveles de soldados estadounidenses en Irak en los que se encontraban en enero de 2007, cuando Bush anunció un aumento de 30.000 soldados para hacer frente a la violencia en ese país.

Petraeus indicó que es partidario de detener los recortes al menos hasta septiembre, tras lo cual, si la situación lo permite, se retomarían para continuar hasta el final del mandato de Bush, en enero del año próximo.

Al menos 58 personas han muerto y unas 250 han resultado heridas en los combates registrados entre el ejército iraquí y la milicia Ejército del Mahdi, del clérigo chií Muqtada al Sadr en varias áreas de Irak, indicó hoy el Ministerio de Interior.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, dio hoy un ultimátum a la milicia para que abandone las armas en 72 horas, si no quiere que se le aplique "graves castigos".

Los enfrentamientos, iniciados anteayer en la provincia de Basora (sur), se han extendido a otras zonas como Bagdad y la localidad de Kut, 150 kilómetros al sur de la capital.

Los combates han causado hoy 20 muertos y 115 heridos en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, mientras que la cifra asciende a 38 fallecidos y 134 heridos en dos días de combates en Basora.

El aumento de la violencia ha hecho temer que el líder chií Muqtada al Sadr pueda levantar el alto el fuego que declaró el pasado agosto, lo que supondría una grave amenaza al Gobierno de Maliki.

El pasado lunes Bush mantuvo también una teleconferencia con Petraeus y con el comandante saliente del Mando Central, el general William Fallon.