La oposición brasileña le exige a Lula que "no venda ilusión" sobre Brasil

Brasilia.-  La oposición brasileña le exigió hoy al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva que deje de "vender ilusiones" con su optimismo con relación a la economía del país y admita que es necesario recortar el gasto público para enfrentar la crisis global.

Diputados opositores se expresaron en duros términos sobre la insistencia del Gobierno en cuanto a que la solidez económica de Brasil permitirá superar la crisis sin mayores impactos y afirmaron que el momento mundial impone una austeridad que Lula se niega a aceptar.

"La crisis debe ser enfrentada con competencia, no con palabras", dijo el diputado Paulo Borhansen, del opositor partido Demócratas, en una sesión dedicada al análisis de la crisis financiera mundial a la que comparecieron el ministro de Hacienda, Guido Mantega, y el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles.

La posición de Borhansen la apoyó el diputado Zenaldo Coutinho, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), quien sostuvo que el Gobierno "desconoce la crisis cuando aumenta el gasto, dice que mantiene intactos sus planes de inversión y aumenta el número de empleados públicos".

Según Coutinho, "la crisis llegará a Brasil y llegará de manera más terrible si no se tiene el coraje de admitir que existe".

El propio Lula ha manifestado su optimismo, basado en lo que ha definido como "sólidos fundamentos económicos" y un grueso colchón de reservas internacionales superior a los 200.000 millones de dólares.

Las esperanzas de Lula fueron refrendadas por Mantega, quien ante los parlamentarios admitió que habrá impactos en la economía del país, aunque insistió en minimizarlos.

"Ya no podremos pensar en un crecimiento del 5 ó 6 por ciento", pero "no se interrumpirá el ciclo" de expansión, afirmó Mantega, respaldado por el diputado Antonio Palocci, su antecesor en el cargo y miembro del Partido de los Trabajadores (PT).

Palocci fue todavía más enfático y garantizó que "no hay ninguna crisis económica ni crisis de crédito en Brasil", lo que atribuyó al Gobierno de Lula, que "le dio al país las condiciones estructurales necesarias para hacer frente a la crisis".

Pese a que en el debate parlamentario el oficialismo insistió en que Brasil está en el rumbo correcto y en que no precisa más medidas para garantizar el crédito a empresas y ciudadanos, el propio Lula reconoció hoy en un acto público en São Paulo que es posible que se deba revisar el presupuesto nacional.

Según Lula, el Gobierno "no puede asumir el compromiso" de que va a mantener los presupuestos "de todos los ministerios como están ahora", pues si se reduce la recaudación del Estado "habrá menos dinero para todo el mundo", apuntó.