El Parlamento somalí incorpora a otros 200 diputados y extiende el mandato del Gobierno

Yibuti.-  Doscientos nuevos diputados del parlamento de Somalia juraron hoy sus cargos durante la conferencia de paz para el país que se celebra en el vecino Yibuti y en la que la Asamblea prolongó por dos años el mandato del Gobierno Federal de Transición somalí (TFG), que expira el 24 de agosto próximo.

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(EFE)

El líder de la opositora Alianza para la Nueva Liberación de Somalia, el jeque Sharif Sheikh Ahmed. EFE/Archivo

El Parlamento aprobó el lunes pasado ampliar de 275 a 550 los escaños de la Asamblea Nacional, 200 de los cuales son para la opositora Alianza para la Nueva Liberación de Somalia (ARS) y 75 que serán escogidos de la sociedad civil y otros grupos opositores no representados en el proceso de Yibuti.

La ARS, cuyos 200 legisladores juraron hoy, es un grupo islámico relativamente moderado que se escindió en 2007 de Al Shabab, ala militar de la antigua Unión de Tribunales Islámicos (UTI), movimiento integrista que intenta tomar el poder en el país y gobernar de acuerdo a la "sharia" (ley islámica).

En 2006 la UTI derrotó a algunos jefes de clanes tribales, conocidos como "señores de la guerra", pero fue expulsada de Mogadiscio y el sur de Somalia en diciembre de ese año por las tropas etíopes que entraron en el país en apoyo del gobierno de transición somalí.

El primer diputado en jurar su cargo fue el líder de la ARS, el jeque Sharif Sheikh Ahmed, quien instó luego a sus colegas a "unirse por el bien del pueblo somalí".

"Hemos hecho duros compromisos, pero que nos han brindado un gran éxito. Debemos actuar responsablemente y allanar el camino a quienes se han comprometido con la paz y un buen liderazgo", dijo Sheikh Ahmed.

El juramento de Sheikh Ahmed fue tomado por el actual presidente de la Asamblea y en otro tiempo acérrimo enemigo suyo, Sheikh Adan Mohamed Nur.

La incorporación de los parlamentarios de la oposición abre el camino a la designación de un nuevo presidente de Somalia, que será elegido por los diputados y representantes de la sociedad civil somalí el próximo 30 de enero y asumirá el cargo al día siguiente.

El Gobierno Federal de Transición y la ARS acordaron en octubre pasado ampliar el Parlamento y formar un gobierno de unidad pero el anuncio causó una crisis en el seno del Ejecutivo, que culminó el 29 de diciembre con la renuncia del entonces presidente, Abdullahi Yusuf Ahmed, que se encuentra exiliado en Yemen.

Más de 800 representantes de la sociedad civil somalí se encuentran en Yibuti para participar junto a los legisladores en la elección del nuevo jefe de Estado de entre 20 candidatos, de los que Sheikh Ahmed, y el actual primer ministro, Nur Addethe, son los favoritos.

El nuevo presidente deberá hacer frente a una nueva ofensiva de los guerrilleros de Al-Shabab, grupo que Estados Unidos vincula a Al Qaeda y que tras la retirada de las tropas etíopes ha capturado nuevamente buena parte del país.

El lunes pasado los insurgentes islámicos se apoderaron de Baidoa, la sede provisional del Parlamento, situada a 240 kilómetros al noroeste de Mogadiscio, donde, según residentes de la ciudad, han ocupado el edificio del gobierno local y mantienen como rehenes a algunos funcionarios.

Informaciones procedentes de Kismayo, ciudad portuaria a 400 kilómetros al sur de Mogadiscio, señalan entretanto que milicianos de Al-Shabab aplicaron la "sharia" y amputaron la mano derecha a un joven de 26 años acusado de robar redes de pesca, valoradas en 300 dólares.

En Kismayo, los guerrilleros islámicos lapidaron hasta la muerte en octubre pasado a una niña de 13 años acusada de mantener relaciones sexuales sin estar casada.

Somalia se encuentra sin un gobierno central efectivo desde que el dictador Mohamed Siad Barré fue derrocado en 1991 por los "señores de la guerra", que han dominado desde entonces el país con la ayuda de milicias armadas.