La próxima promoción de bomberos de Guipúzcoa podría contar por primera vez con mujeres

San Sebastián.-  Cientos de aspirantes a una de las 60 plazas de bombero convocadas por la Diputación Foral concurren a las pruebas para formar parte de una promoción en la que, por primera vez en Guipúzcoa, podría haber alguna mujer.

ampliar foto

(EFE)

En la imagen Amaia Luquín, una de las cinco mujeres que ha superado hasta ahora todas las pruebas eliminatorias.

La Su Eskola, el centro de formación de bomberos creado en Ordizia, ha sido estos días el escenario de la sexta prueba de estas oposiciones al cuerpo de bomberos guipuzcoano, en la que los candidatos deben demostrar sus dotes a la hora de conducir un camión por un estrecho recorrido marcado por pivotes en el que también tienen que circular marcha atrás y aparcar correctamente.

Amaia Luquín, de 29 años y natural de Errenteria, es una de las cinco mujeres que ha superado hasta ahora todas las pruebas eliminatorias del duro proceso de selección y tiene opciones de convertirse en una de las primeras bomberas de Guipúzcoa.

Esta licenciada en Educación Física, que trabaja como gerente de unas instalaciones deportivas en Villabona, no está demasiado satisfecha con los resultados de su prueba de conducción y ha comentado a Efe que, aunque ha recorrido el trazado de forma correcta, no lo ha hecho en el tiempo mínimo.

Para llegar hasta aquí, tanto Amaia como el resto de concurrentes han tenido que pasar diversas pruebas físicas y teóricas, así como algunas no eliminatorias pero sí puntuables, como la valoración de conocimientos de oficios de carpintería o fontanería.

Comenzaron la oposición 1.410 hombres y 11 mujeres, y ahora sólo quedan 549 chicos y 5 chicas. Muchos se han quedado atrás en la prueba de trepa de cuerda, en la de resistencia o en la teórica, y sólo unos pocos llegarán al final, pero los coordinadores de las oposiciones creen que las 60 plazas quedarán cubiertas.

El director general de Función Pública de la Diputación, Daniel Salazar, considera que "hace falta que las mujeres se incorporen cada vez más a los oficios que tradicionalmente han sido de hombres", y aunque, a su juicio las pruebas a las que se somete a los aspirantes son duras, opina que "no se piden superhombres, sino gente que esté bien físicamente".

Los seleccionados, tras pasar las diferentes pruebas y el pertinente examen médico, tendrán que completar un periodo de formación y prácticas para ser bomberos en toda regla.

Luquín asegura que el deseo de ser bombera es algo que siempre había llevado "dentro". "Tengo muchas ganas y mucha ilusión", afirma sonriente, y asegura que "aunque no fuese la primera" mujer en ingresar en el cuerpo de Guipúzcoa, su satisfacción sería igual de grande, porque lo que ella ansía sobre todo es "ser bombero" y ver recompensado su esfuerzo y su trabajo para llegar a serlo.

"He entrenado todo lo que he podido", cuenta Luquín, que ha sacrificado vacaciones y muchos de sus ratos libres para estudiar y prepararse físicamente.

Si finalmente no logra una de las plazas, no tiene duda de que se presentará a las próximas oposiciones, en las que todo lo aprendido hasta ahora le sería de gran utilidad, pero de momento ya tiene la vista puesta en la siguiente prueba, el examen psicotécnico, que será la última fase eliminatoria, a la que seguirá una valoración de méritos.

Los coordinadores estiman que aún habrá que esperar al año que viene para que los nuevos bomberos comiencen a trabajar, y puede que alguna de las cinco candidatas forme parte de esta promoción. De esta manera, tal vez en las páginas de los próximos calendarios de "apagafuegos" se combinen fotos de mujeres y hombres.