Mexicanos ilustres como el muralista Diego Rivera y la actriz Dolores del Río tienen garantizado el sueño eterno en el Panteón Dolores de Ciudad de México, privilegio impensable para los muertos comunes por la escasez de espacio del cementerio, pese a ser uno de los más grandes de Latinoamérica. El Panteón Dolores, fundado en 1875 en el noroeste capitalino como el primer cementerio civil del país, cuenta con una superficie de 200 hectáreas y cerca de siete millones de tumbas.