Cada mes aparecen nuevas tecnologías que prometen revolucionar la fotografía digital una y otra vez. Sin embargo, en plena vorágine tecnológica algunos siguen practicando el bello arte de la vieja fotografía analógica. No se trata de discutir con que técnica obtenemos mejores resultados, algunos simplemente quieren vivir las emociones que brindan las 'imperfecciones' de cierta fotografía química. La cuestión es que la fotografía analógica proporciona imágenes muy distintas a las de cualquier máquina equipada con un sensor electrónico.
Esta foto, disparada con un carrete Kodak T-Max de 400 ISO, ha sido obtenida aplicando el método que aquí explicamos. Amplía la imagen para ver su resolución real y alucina con la belleza de los haluros de plata.
Si eres de los que comenzaste a hacer fotografías con un equipo digital y te gusta experimentar te invitamos a que aprendas a revelar tus propias fotos analógicas, comprobarás que es mucho más sencillo y económico de lo que parece. Además, entender desde la práctica el proceso fotoquímico afianzará tus conocimientos de fotografía digital. Seguro que te llamará la atención comprobar que trabajar con distintos carretes es como poder sustituir el sensor de una cámara digital, o contrastar las diferencias entre lo que en fotografía analógica es la latitud de exposición y en digital el rango dinámico.
Pero la fotografía química, aunque algunos lo crean, no es sinónimo ni mucho menos de menor calidad. Descubrirás que si afinas la técnica puedes lograr con muy poco dinero imágenes que sólo algunas réflex de gama alta pueden alcanzar (sobre todo si te aventuras a trabajar con cámaras de formato medio). Si eres de los que hiciste tus pinitos en el cuarto oscuro aquí puedes refrescar lo que sabías.
El proceso más complejo en fotografía analógica es el que permite obtener imágenes en color, por lo que no entramos en él. De hecho, si hay un aspecto en el que la fotografía digital se demuestra intratable es la sencillez con la que obtenemos imágenes en color de gran calidad. Muchos fotógrafos de hecho se pasaron al digital precisamente por esto. Explicamos por tanto como revelar negativos de fotografías en blanco y negro para ser digitalizados y editados con el ordenador.
Disponer de un laboratorio completo es genial, pero para revelar negativos no lo necesitas.
Como no vas a sacar copias en papel químico no vas a necesitar de un laboratorio en casa, que es el principal problema que tiene trabajar con fotografía analógica. Además, el equipo que necesitas es muy económico y cabe en una caja de tamaño medio que puedes guardar fácilmente. Una vez que le pierdas el miedo y reveles tu primer carrete comprobarás que esta es una técnica mucho más rápida de lo que sospechas.
Ya te hemos explicado que la idea es que no necesites para revelar tus fotos de un cuarto oscuro, pero conviene que dispongas de un espacio despejado cerca de un grifo de agua —en la cocina o en el cuarto de baño— en el que trabajar tranquilamente durante una hora más o menos. También necesitarás colgar tus negativos para secarlos sobre una bañera, o algo parecido, durante una hora más o menos.
Aquí puedes ver casi todo lo que necesitas para revelar tus fotos.
Para comprar el equipo puedes recurrir a internet, no dejes de mirar en eBay, o acudir a una tienda especializada: Fotocasión (Madrid), Fotoganga (Madrid), y Casanova Foto (Madrid y Barcelona) son tres sitios en los que encontrarás material analógico y te asesorarán sin problemas, aunque por supuesto hay muchas más tiendas. En principio el equipo que necesitas, excluyendo la cámara, no debería costarte más de 50 euros.
La cámara. Lo primero que necesitas es evidentemente una cámara analógica. Puedes comprar una réflex de segunda mano. Por menos de 100 euros encontrarás verdaderas maravillas en internet. También las hay nuevas, claro, pues algunos fabricantes siguen teniéndolas en catálogo. Debes de tener en cuenta al comprarla sobre todo usar una cuyo manejo sea sencillo y cómodo, algunas cámaras antiguas pueden ser muy bonitas pero complicadas. Intenta probarla antes.
Si puedes decántate por un modelo de los últimos 10 años. Quizá incluso si dispones de una réflex digital puedas usar sus objetivos y sólo necesites comprar el cuerpo. En este sentido las cámaras de Pentax han mantenido una gran tradición de compatibilidad con bayonetas antiguas de la firma. No olvides también que trabajar en formato medio en digital es prohibitivo, pero en analógico no lo es. Lograrás negativos con una calidad que para si quisieran muchas carísimas réflex digitales.
La película. Hoy día se fabrican muchos menos carrete que hace unos años, pero aún existe cierta oferta. Kodak e Ilford ofrecen varios tipos de película de blanco y negro para 35 mm y medio formato. Un carrete estupendo para empezar si trabajamos en 35mm es el mítico Kodak T-Max de 400 ISO, para medio formato podemos optar por película Kodak Tri-X.
También podemos comprar un carrete de blanco y negro cromogénico, como los Kodak BW400CN. Estos tienen la gran ventaja de que pueden ser revelados mediante el proceso C-41, que no es otra cosa que el tradicional revelado en color que hacen en las tiendas automáticamente. De esta forma los que no queráis revelar película de blanco y negro por vuestra cuenta podéis llevar esta clase de carretes a una tienda de revelado y pedir que os procesen sólo el negativo (sin pedir copias de papel). Eso sí, aseguraos de que el sitio al que acudáis es de confianza e indicar que se trata de una película de ese tipo, de lo contrario quizá os entreguen la película de blanco y negro resultante con dominantes de color. También podéis acudir a ciertos establecimientos profesionales para que os revelen película de blanco y negro estándar, pero es caro porque hay que realizar el proceso de forma manual.
Accesorios de revelado. Para revelar película en blanco y negro necesitas unas tijeras, un abrechasis con el que abrir los carretes, un tanque de revelado para procesar los negativos, botellas para almacenar los líquidos de revelado (las hay que permiten expulsar el aire y evitan la oxidación de los líquidos, un cronómetro (te sirve el del teléfono móvil), un termómetro para líquidos, dos probetas para mezclar líquidos (una grande y otra pequeña), unas pinzas especiales para el secado de los negativos, pinzas de la ropa para colgar la película, y si no dispones de un cuarto en el que puedas trabajar en condiciones de oscuridad total un saco negro especial para manipular película.
Productos químicos. En principio lo único que necesitas para revelar película es revelador, un producto para hacer un baño de paro (sirve el vinagre mezclado con agua), y fijador. El revelador es el producto decisivo de esta lista, pues deberás elegirlo en función del carrete que vayas a disparar. Ten en cuenta que puedes comprarlo en líquido o en polvo (en este segundo caso debes preparar la mezcla tú pero duran más tiempo). En esta página de Kodak puedes encontrar todos los productos químicos que necesitas.
Un escáner de negativos. Sería genial que contarás con un escáner especial para negativos, pero la verdad es que los que merecen la pena son bastante caros y sólo les sacarías partido si digitalizaras muchos carretes. Sin embargo, existen muchos escáneres de documentos que permiten digitalizar negativos de 35mm y algunos que incluso admiten película de medio formato. Son mucho más económicos.
El Epson Perfection V300 Photo cuesta unos 100 euros y digitaliza negativos de 35mm, por 80 euros más el Epson Perfection 4490 Photo digitaliza también película de medio formato de hasta 6x12 cm. Canon también dispone de una gama de escáneres que admiten película de pequeño y medio formato. Otra opción es recurrir a alguna tienda para que te digitalicen los negativos, Fotoprix por ejemplo realiza este servicio, aunque si de verdad buscas calidad puedes acudir a tiendas para profesionales.
Una vez que ya tienes todo listo deberías disparar un carrete de prueba, teniendo en cuenta que te estrenas lo mejor es que no hagas fotos que luego temas perder. En la fotografía analógica existe un mayor riesgo de que todo se vaya al traste y pierdas las fotos, aunque eso forma parte de su encanto. Tampoco estaría de más que tengas un carrete velado a mano para practicar a introducirlo a oscuras en el tanque de revelado.
En este vídeo puedes ver resumido el proceso de revelado.
Si nunca has revelado un carrete en blanco y negro o has visto como se revela está explicación quizá te haya abrumado, pero lo cierto es que este proceso es mucho más sencillo y rápido de lo que parece. Si haces todos los pasos bien en algo más de una hora tendrás uno o dos carretes de revelado perfectamente cortados y listos para digitalizar. De hecho, con los líquidos preparados, un tanque de revelado que admita varios carretes, y un poco de práctica podrías revelar más de 200 fotos en una hora. De lo que estamos seguros es que al igual que cuando uno se cocina un plato este le sabe mejor, las fotografías que tú mismo te reveles con este método las vas a apreciar mucho más. ¿Alguna duda?
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