La portavoz del PSOE Ángeles Álvarez dice que Aguirre ha conseguido el aplauso de los proxenetas

Madrid.-  La portavoz adjunta del grupo municipal socialista de Madrid, Ángeles Álvarez, considera que Esperanza Aguirre ha conseguido, con su propuesta de regular la prostitución, el aplauso de los proxenetas y de los que consideren que tienen derecho a comprar el cuerpo de las mujeres.

En respuesta a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Álvarez ha lamentado que "sea una mujer precisamente la que promueva una iniciativa que supone consolidar e institucionalizar la explotación del cuerpo de las mujeres como mercancía".

Iniciativas como la regulación de la prostitución de la que Aguirre se ha declarado hoy partidaria "no resuelven el problema" y son "un atentando claro para las políticas de igualdad entre hombres y mujeres".

Tras preguntar a Aguirre si piensa que con esto se contribuye a valorar socialmente el papel de la mujer en la sociedad, la dirigente socialista también se plantea si piensa "aplicar alguna tasa a los prostíbulos madrileños, porque desde luego eso sería tanto como convertir a la Comunidad de Madrid en proxeneta".

A la delegada de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Concepción Dancausa, que ha pedido que no se culpe sólo a los ayuntamiento del problema de la prostitución callejera, Álvarez le ha pedido que la Corporación Municipal cumpla al menos con la parte que le corresponde.

A este respecto, Álvarez se ha mostrado favorable a una política común, no sólo en el ámbito municipal, de las Comunidades Autónomas o el Estado, sino de toda la Unión Europea.

No obstante estima que "el ayuntamiento no puede eludir su responsabilidad y debe hacer bien sus deberes, porque en los últimos años han cambiado los equipos de gestión de la atención a las víctimas de la prostitución de forma sistemática" y la están poniendo en manos de "empresas sin experiencia".

La portavoz socialista se ha mostrado a favor de políticas dirigidas a abolir la prostitución y ha puesto como ejemplo Suecia porque "no podemos hacer una especie de autismo de este problema".

Para ella, la solución no es "meter a estas mujeres en guetos", ni "limpiar la cara de las ciudades", sino considerar la prostitución como "una forma de violencia contra las mujeres", por lo que regular su práctica sería como aceptar esta explotación que va contra la dignidad humana y los derechos de las mujeres.

En Suecia se destinan fondos para servicios sociales integrales y se fomenta que las mujeres salgan de la prostitución, al tiempo que se castiga a los compradores de sexo (con multas que se envían a su casa) y a los proxenetas.