El estado de Michigan tiene la forma de la palma de una mano. Una mano, claro está, en invierno, porque está tapada por una manopla. La mano es la Península inferior (Lower Peninsula). Al norte de ésta, unida por el Puente del Estrecho de Mackinac, está la Península Superior (Upper Peninsula), una mancha de tierra que que se extiende hacia el este. Y esto es como tumbarse en el césped a mirar las figuras de las nubes: cada uno ve una cosa diferente. El 50 por ciento de los mixtapers consultados piensan que la Península Superior parece, aunque más afilada, como una de esas sombras con forma de lobo que proyectábamos sobre la pared cuando éramos pequeños. El otro 50 por ciento opina que es más bien como la silueta de un fantasma con los brazos extendidos asustando a alguien.
El pasado martes, Dave Bing, un ex jugador de los Detroit Pistons, salió elegido alcalde de Detroit, de modo que sustituye definitivamente a su predecesor, que dejó el cargo tras un escándalo sexual en el que se vio envuelto. Cosas de la política, suponemos. Verdaderamente, si alguno de nosotros saliera en alguna ocasión elegido alcalde de esta ciudad, nuestra primera decisión tal vez sería la de huir en un helicóptero rumbo a Florida. Y es que, al margen del déficit de 300 millones de dólares que arrastra, de inmediato uno percibe una intensa sensación de fantasmagoría que convertiría a Candida Höfer en la perfecta cronista oficial del lugar. Éste es un esbozo de aquello que nos encontramos cuando ingresábamos en la ciudad a bordo de nuestro modesto Hyundai blanco de alquiler:
Una mirada al infinito, las luces de Times Square borrosas en segundo plano, colores pastel en la fotografía... Podría parecer un fotograma de «Cowboy de medianoche» y el protagonista de todo esto, Chuck Mead, la reencarnación de Jon Voight, pero no. Esto no es 1969, esta imagen está tomada cuarenta años después del rodaje de la mítica película del director John Schlesinger y sirve para ilustrar la portada de «Journeyman’s wager», el primer disco en solitario de Chuck Mead. ¿Un nuevo artista country? ¿Algo más que aportar al submundo de corazones rotos, tipos solitarios y bares llenos de peleas y alcohol? Bueno, ¿cómo decirlo? Si la portada sorprende a primera vista, sólo hay que pulsar el «play» de nuestro reproductor para quedarse uno con la boca abierta y pensar ¿dónde ha estado hasta ahora este tío?
Existe un consenso generalizado en fechar el inicio del punk a mediados de los años 70, con la irrupción simultánea a ambos lados del Atlántico de dos escenas localizadas en Nueva York y Londres, con Ramones y Sex Pistols como cabezas más visibles. Sin embargo, este fenómeno llevaba algún tiempo larvándose. Bandas de Nueva York como The Velvet Underground, The New York Dolls o The Dictators se pueden considerar precursoras del movimiento. Especialmente significativa es la aparición a finales de los 60 en la industrial ciudad de Detroit, conocida musicalmente hasta entonces por el soul amable de Motown, de dos grupos que habían de ser referencia en la década posterior y cuya propuesta, justo cuarenta años después de su debut discográfico, sigue conservando todo su atractivo y vigor. Hablamos, por supuesto, de MC5 y The Stooges.
Como podéis apreciar, somos muy sensibles a la música.
Ahora que el cadáver se ha enfriado un poco (sólo un poco) y que hemos dejado de montar numeritos de plañidera borracha por las esquinas, toca empezar a echar la vista atrás sobre los 22 de meses de vida de soitu. Su muerte sigue siendo, sin embargo, algo a lo que todavía no se le pueden poner palabras. Así que hemos decidido rendirle nuestro particular homenaje musical.
Dos angelitos ruidosos.
¿A quién se te parecen más estas dos chicas?
La respuesta correcta es la b) Y sí, seguramente nunca antes habías escuchado a una banda post-neo-no wave oddcore punk. Si no tienes la más mínima pista sobre a qué demonios puede sonar esta música con afán acumulativo de etiquetas, antes de seguir leyendo, párate dos minutos (si aguantas) a escuchar esto:
No se te ha roto la tarjeta de sonido del ordenador. Te presentamos a Reg Bloor y a Libby Fab o, lo que es lo mismo, The Paranoid Critical Revolution, una banda de 'noise' (ruido, en inglés) experimental afincada en Nueva York. Cierto es que escuchando hablar a estas dos mujeres apacibles, de ademanes delicados, nadie diría que podrían conseguir que tu madre se tirara a la vía del metro a la cuarta pista de su primer álbum autoeditado, 'Death of the cool', una broma que hace referencia al disco de Miles Davis 'Birth of the cool'). Pero sí.
El superviviente y sus vinilos.
Hoy nos adentramos en un altísimo edificio de oficinas de Lower Manhattan, de esos que albergan compañías con nombres tan redondos como 'New Haven Power Supply' o 'Eternal Morning Electric Co.', y en el que te recibe un portero de uniforme y gigantesco, con cara de estar planteándose si abrir la puerta o convertir con sus manos el ascensor en una figura diminuta con forma de cenicero. Allí nos encontramos con el gran Grappone.
Una vez que uno se planta delante de Charlie Grappone, con su perilla mosquetera y sus aires de padrino, es muy difícil imaginar a aquel joven que a los 27 años decidió abrir una tienda de música rock. Era el año 1978, el mismo en que Blondie publicaba 'Parallel lines', y Charlie, tal vez con tupé y embutido en una cazadora de cuero, abría las puertas de Vinyl Mania (nótese lo complicado de su pronunciación, que es algo así como veinilmeinia).
Los últimos de Harlem ahora venden agua.
En Harlem ya no quedan tiendas de discos. O al menos, no como las de antes. Es lo que dice Sikhulu Shange quien, hasta hace dos años, regentaba uno de los dos establecimientos musicales de referencia en este barrio. Harlem, la capital de la América negra, donde cualquier blanco puede llegar a experimentar en sus carnes lo que significa sentirse un copito de nieve en medio de una clara mayoría de transeúntes negros.
Hemos mencionado dos tiendas de discos en Harlem, ¿no? Bien, pues llegamos a sus calles con la idea de encontrar a Bobby Robinson, el hombre que, de 1946 a 2007, regentó una de ellas: la mítica Bobby's Happy House. A sus 92 años de edad, este personaje clásico del barrio neoyorquino, además de haber fundado varios sellos discográficos, puede presumir de ser uno de los productores de música negra de los estilos más variados (desde rhythm and blues a hip-hop) más prolíficos.
Mi gran boda china.
Hace ya algún tiempo tuvimos la oportunidad de conocer a los chicos de escoitar.org, un colectivo que se dedica a recopilar los sonidos propios de la geografía gallega. En una conversación con ellos, lamentaban que poca gente hiciera acopio de recuerdos a través de los sonidos. Hemos decidido hacer nuestra esta reivindicación, ya que hay ciudades y lugares que merecen ser pensados a través de su banda sonora. Por ejemplo, quien haya estado en Marrakech, podrá acordarse del sonido que emitían los vendedores ambulantes de tabaco al hacer rebotar en sus manos un puñado de monedas con el fin de hacer notar su presencia.
Queremos a Sufjan.
Desde que hemos aterrizado en Nueva York, hemos tenido ya la oportunidad de ir a varios conciertos. Lo primero que hicimos nada más aterrizar en el JFK fue comprar el Time Out y empezar a tirarnos de los pelos (excepto Álvaro) por lo abrumador de la oferta musical de la ciudad (nos hemos quedado con jirones en las manos) y la evidencia de que nos haría falta ser millonarios (y poder desdoblarnos) para poder ver todos los directos que nos gustaría.
De momento la palma se la lleva Sufjan Stevens. En el Music Hall of Williamsburg, una sala con un aforo aproximado de 500 personas que llenó dos días consecutivos (más los dos anteriores, en el Bowery Ballroom), terminó el pasado domingo la última gira de este prolífico y multi instrumentista cantautor. Uno de los músicos más versátiles y respetados del país y que creemos que, entre otros galardones, atesora el título de ser el artista más escuchado de la redacción de soitu.es (con permiso de las autoras de 'Ayúdame' y de Delfin Quishpe).
Brendan Toller.
María Sánchez y Álvaro Llorca han decidido lanzarse a un viaje levantando polvo por las viejas carreteras de Estados Unidos y escribiendo artículos de música —reportajes sobre tiendas de discos, grupos, escenas musicales y ciudades— que publicarán en soitu. Y aquí empieza el relato de su aventura, que les llevará a ciudades como Nueva York, Chicago, Toronto, Athens, Nueva Orleans, Nashville, Austin, Los Angeles, San Francisco, Seattle, y muchos otros sitios que aún ni siquiera imaginan. Ellos mismos cuentan sus intenciones en 'El comienzo...'.
NUEVA YORK.- El día que Record Express, una pequeña tienda de discos de la ciudad de Middletown (Connecticut), cerró sus puertas, terminó con ella una parte de la historia de la vida de Brendan Toller. Una corta historia, por cierto, porque sólo tiene 23 años. 23 años y un buen puñado de preguntas.
La carretera.
Cuenta una vieja leyenda familiar que, cuando María Sánchez no era más que una niña, uno de sus tíos abuelos se dedicó a repartir sistemáticamente Guías Campsa atrasadas como regalo navideño. Mientras el resto de los Sánchez cruzaban miradas atónitas, la pequeña María subía corriendo a su habitación y empezaba a explorar los mapas, a trazar rutas diversas sobre sus arterias de carreteras secundarias, meandros y cruces de caminos.
Mientras, los compañeros de colegio de Álvaro Llorca recuerdan cómo, cuando se ponían a jugar a las chapas, su momento preferido no era otro más que el de abrir aquellos caminos por los que iba a discurrir la carrera, arrastrando sus zapatillas y haciendo pequeños montículos entre la pinocha, los cuales servían de márgenes para la partida.
Cansados de escuchar desde Madrid canciones que hablaban de lejanas costas californianas y desiertos tejanos, Álvaro Llorca y María Sánchez, dos periodistas con un corazón como una Guía Campsa, desembarcaron en tierra americana para descubrir si en las gasolineras de la Ruta 66 se venden discos de Calexico o... convertirse en los ganadores de la próxima edición del concurso de imitadores de Elvis en Memphis.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Citar este verso de Machado no puede ser más ocurrente al hablar de Mariano Rajoy. Tras la renuncia de Zapatero y las voces que señalan que la estrategia popular podría verse dañada, es necesario preguntarse algo. ¿Ha hecho camino Rajoy? ¿Se ha preparado para ser presidente? Quizás la respuesta sorprenda.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Algunos luchamos por tener los pies en suelo.” Lo decía ayer en su Twitter Raül Romeva, uno de los cuatro eurodiputados españoles (Oriol Junqueras, de ERC, Ramon Tremosa, de CiU, Rosa Estarás del PP y él, de ICV) que apoyaron la enmienda para evitar que el presupuesto comunitario de 2012 contemple los vuelos en primera clase de los parlamentarios europeos. No era una excepción. Lo escribía ahí porque es lo que hace siempre: ser transparente.
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Recomendación: Albert Medrán
Son los cien primeros, como podrían ser doscientos o diez. Lo importante es el concepto. La idea de tener unos días para llevar a cabo la transición desde la oposición al gobierno. Del banquillo, a llevar el dorsal titular. Nunca tendremos una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Y los cien primeros días son esa primera impresión. Veamos su importancia.
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Recomendación: Albert Medrán
“Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.” De esta manera, Zapatero ha puesto las primarias en el punto de mira tras anunciar que no será candidato a la reelección. Tras este anuncio, observamos algunas reflexiones sobre el proceso
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán