MADRID.- "No podemos permanecer impasibles", pedía la presidenta de la Federación de Asociaciones de la Prensa (FAPE), Magis Iglesias, al anunciar la creación de un observatorio para el seguimiento de los despidos en los medios. La respuesta ya está en internet, en las organizaciones profesionales y en los propios medios, donde crece la protesta contra los editores y gestores que tras cinco años de ganancias en el sector acuden a la crisis para no asumir pérdidas y amenazan con casi cuatro mil despidos en dos años. El País se enfrenta a su primera huelga laboral y a una crisis entre trabajadores y dirección.
Los trabajadores de 'El País' son uno de los mejores ejemplos de este malestar y han decidido de forma abrumadora hacer huelga los días 26 y 27 de este mes, la mayor de su historia por motivos laborales. La votación no deja margen a la duda: a falta de que se produzca la asamblea en Barcelona y Sevilla 336 trabajadores han votado a favor del paro, mientras que 76 se han manifestado en contra. Diez personas han votado en blanco. Además, se ha previsto la celebración, mañana, de un acto de conciliación.
Para que el periódico pueda ver la luz los días de la huelga, desde la dirección se defiende que los cargos de confianza (de redactores jefes para arriba en este diario) saquen adelante las ediciones con el material de adelanto que puedan conseguir esta semana.
La causa de la huelga es la externalización del departamento de Publicidad del diario. 57 de sus trabajadores recibieron una carta el viernes pasado, sin ningún comunicado ni negociación previa, que les informaba de su integración en Box News Publicidad, filial de Prisa como GDM, la comercializadora del grupo y de otros medios.
El País había mantenido hasta ahora su propio departamento comercial y una estrategia diferente al resto de medios de Prisa. Los trabajadores temen que sea el principio del desmantelamiento de El País para salvar a otros medios acosados por la crisis y para mantener un grupo con cinco mil millones de deuda que no consigue vender activos como Digital Plus para mejorar sus cuentas.
En la decisión que se ha tomado esta tarde pesa también el descontento de una parte de la redacción con un proceso de jubilaciones y despidos pactados puesto en marcha este año y que hace temer por la calidad y viabilidad del propio diario. Varios periodistas de la plantilla interpretan la huelga como una protesta contra Juan Luis Cebrián, que ha recibido este mismo mes todo el poder del Consejo de Dirección y a cuyas políticas muchos culpan de la crisis de Prisa.
En el Grupo Zeta, sumido en una larga crisis de dos años y tras su fracasada venta, los trabajadores de El Periódico, el motor financiero del grupo, se rebelan contra las condiciones del expediente de regulación de empleo ofrecido por la empresa. Los afectados reclaman los 45 días por año trabajado que la ley ampara frente a una oferta menor de la empresa para las 73 bajas que afectan a la plantilla del diario catalán.
Los trabajadores no se explican cómo muchos altos cargos del grupo mantienen sus sueldos y beneficios como tarjetas de crédito a cargo de la empresa, coches pagados, etc. sin que nadie asuma los costes de la crisis y de la situación del grupo.
Las asociaciones de la prensa, colegios profesionales y sindicatos ya están movilizados contra una crisis en la que la primera respuesta de muchas empresas son los despidos. Más de 3.500 periodistas están ya en paro, 500 de ellos en los últimos meses, según los últimos datos del Informe Anual de la Profesión Periodística.
En su presentación Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), volvió a pedir responsabilidad y solidaridad a editores y directores. Pero la marea de despidos amenaza con convertirse en una "catástrofe" con tres mil despidos en 2009 sobre los más de 53.000 profesionales que trabajan en los medios y que en 2007 ya sufrieron una disminución de un 2,4%.
La APM ha hecho una apelación a los editores "para que antepongan el mantenimiento del empleo y la protección del talento acumulado y la experiencia cuando apliquen los ajustes inevitables". En su texto la organización que agrupa a más periodistas en España critica "los despidos altamente indemnizados, las prejubilaciones, la precarización porque son malos remedios que perjudican la calidad de los medios y amenazan su futuro". Y propone que "ante los problemas, más calidad profesional y no menos". La Asociación discrepa de la petición de subvenciones realizada por la asamblea de editores y pide en cambio "que no discriminen, que no manipulen, que no premien a sus amigos y, sobre todo, que las autoridades laborales hagan su trabajo contra la precariedad abusiva".
Algunos periodistas han comenzado a utilizar las nuevas tecnologías para organizarse y protestar. Dignidad para los trabajadores de los medios es el nombre de un blog y un grupo creado en la red social Facebook donde se elabora y defiende un manifiesto colaborativo con apelaciones a la dignidad, el periodismo profesional y de calidad, la autonomía frente a los superiores en las redacciones y la empresa, y se condenan las malas prácticas laborales y la precariedad en el empleo, principales preocupaciones de los periodistas. Los periodistas españoles no son los únicos que recurren a los nuevos medios para seguir la crisis. La redacción de The Rocky Mountain News, en Colorado (EE. UU.), ha creado un blog para defender el diario y sus puestos. Y el mapa creado para contabilizar los despidos recoge ya más de 15.000.
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