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Copyleft y catedráticos: los fuegos artificiales del 'caso Soto'

Por DELIA RODRÍGUEZ (SOITU.ES)
Actualizado 22-05-2009 01:58 CET

Un detective fantasma, un ex director de periódico, un músico pro-copyleft, un técnico de sonido capaz de certificar que una canción es una canción, un señor de la OMPI y de postre, un par de catedráticos de estadística. A la segunda parte del juicio que enfrenta a las discográficas contra Pablo Soto no le han faltado fuegos artificiales en sus 7 horas de duración. Tantas, que las conclusiones finales que se habían previsto para hoy se retrasan a mañana, añadiendo un día más a la duración de un proceso que, si las partes cumplen sus amenazas, puede terminar dentro de años en el Tribunal Supremo.

Defensa y acusación son conscientes de que se trata de una carrera de fondo, así que han ido sembrando semillas que puede que se recojan (o no) dentro de mucho tiempo. Se trata de un caso de competencia desleal, en el que las discográficas sostienen que la herramienta p2p creada por Soto se usa fundamentalmente para "robarles". Y en el que la defensa replica que según la ley española no se puede penar una herramienta que no copia, y que ni siquiera puede culparse al desarrollador del uso que hagan otros de su creación. El juez, haciendo gala de su buen humor, ha tenido a bien dejar a unos y otros desplegar sus artificios —a veces más por curiosidad que por otra cosa— pero sin dejar de repetir "céntrense" o "diga lo que quiera porque sólo voy a tener en cuenta el informe".

Acto 1. El detective fantasma

Las discográficas pusieron a Soto un detective en 2006, hace dos años, preparando la demanda que le llegaría al desarrollador un año después. Nos lo contaba entonces en una entrevista, y hoy hemos podido verlo. En realidad, no al detective, sino a su jefe. Este hombre sin nombre, de una empresa sin nombre y al que el juez ha prohibido sacar fotos ha explicado en el estrado que Soto sólo aceptaba anunciantes a partir de 10.000 dólares y que tenía su empresa en el mismo piso donde vivía (algo lógico teniendo en cuenta sus problemas de movilidad, apuntaba la defensa). Sólo con este testigo le ha cambiado la mirada al acusado, impasible durante las sesiones.

Acto 2. El señor de la OMPI

El dato que el segundo testigo de la defensa, Miguel Pérez Solís, debía dejar claro en su actuación era que el 90% del mercado discográfico se lo reparten las cuatro 'majors'. Es decir, las demandantes: Sony, Universal y un poco por detrás de ellas, EMI y Warner. El experto de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la AIE (Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes de España) y otras entidades y comités desechó el argumento copyleft que la defensa empezaba a utilizar ("el p2p es el canal de aquellos autores que no quieren firmar contratos de adhesión con las discográficas") afirmando que él sólo conocía un cantante copyleft español, Manolo Tena, y que los que optaban por esta alternativa lo hacían porque salían rebotados de las discográficas.

Acto 3. El ex director de periódico

Ignacio Escolar, bien conocido en la red, por su blog, y, fuera de ella, por haber dirigido el diario Público, tenía el encargo de argumentar el compromiso de Soto, al que invitó a unas jornadas copyleft, con este movimiento. El juez no acabó de comprender qué añadía eso al caso, pero la intervención de Escolar revolucionó la sala. El representante de Universal decía por lo bajinis "era de Meteosat [su ex grupo musical] y nos odia". Guisasola soltó un "¡será macarra!" al abogado defensor De la Cueva. El letrado acusador De Torres le recordó a Escolar su famoso artículo "Por favor pirateen mis canciones" argumentando que no eran las suyas, sino las que le había pagado su discográfica. Y el juez llegó a decir (después de que la conversación degenerara en 'J' de Los Planetas) que la cosa parecía un diálogo de Ana Rosa Quintana malpagado.

Acto 4. El músico copyleft

Ani López, del grupo La Mundial y llamado a declarar por la defensa, consiguió centrar el interés del juez por la música copyleft. Le explicó qué era la plataforma de música sin copyright Jamendo, que poseía 19.800 obras, canciones de 1.200 grupos españoles y 6,5 millones de visitas. Argumentó que el p2p era la forma más fácil y barata de que un autor difundiera sus discos y hasta explicó la teoría de la larga cola con una pizarra. La acusación le echó en cara su pertenencia al patronato de la Fundación Copyleft... con los abogados de la defensa, David Bravo y Javier de la Cueva y del propio acusado, Pablo Soto.

Acto 5. La catedrática

A la larga cola y el copyleft respondió la acusación con la declaración de su perito María José Yagüe, la persona que calculó la cifra de la indemnización: 13 millones de euros. Durante más de dos horas y media, la catedrática de Mercados de la Autónoma de Madrid defendió por todos los medios sus dos informes, que llegaban a la conclusión de que el 89% de las canciones que corrían por las redes p2p de Soto pertenecían a las discográficas demandantes (un hecho que certificó el perito de sonido José María Rodríguez Rosillo en su breve intervención). Con el tema del dinero por medio llegaba el punto álgido del juicio en una intervención pericial que el propio juez calificó como una de las más duras y largas de su carrera. El abogado defensor José Ignacio Aguilar asestó un golpe de efecto desvelando fallos de cálculo en el informe, que deberá ser subsanado. Errores en contra del acusado, pero errores. A cambio, la acusación recordó un fallo de bulto de la defensa: las cifras proporcionadas por su perito Cuartango ni siquiera estaban justificadas por una ficha, algo imperdonable científicamente. Tratamos de todo este asunto con más en profundidad en otro artículo. La catedrática dejó perlas como "no sé que existen carpetas compartidas" (en los programas p2p) e identificó la descarga de un programa con su instalación.

Acto 6. El catedrático

Emilio Jesús Carrizosa, catedrático de Estadística de la Universidad de Sevilla, dedicó su intervención a desmontar el informe Yagüe, que criticó en su metodología y en el que encontró problemas de rigor, como utilizar palabras obtenidas de un diccionario en inglés, eliminar las canciones cuyo resultado de búsqueda era menor de diez o medir la disponibilidad y no las descargas. Aunque ante las insistentes quejas de la acusación, el juez aclaró que sólo tendría en cuenta los resultados de los informes escritos. Y según la acusación el de Carrizosa sólo se refería a uno de los dos informes de Yagüe... Para la defensa en cambio, con atacar uno basta, ya que usan la misma metodología.

El final (provisional) de la película, con las conclusiones de las partes, mañana a partir de las 11:30.

Para saber más:

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