Secciones bajar

Los pactos fallidos del PSOE o cómo topar con la misma piedra

  • Convergencia i Unió dinamita el giro fiscal a la izquierda
  • El Gobierno empieza a jugar sus cartas de cara a los presupuestos de 2010
  • Una llamada de Madina a dos horas de la votación da por zanjado el acuerdo
Por PAULA CARRIÓN (SOITU.ES)
Actualizado 23-06-2009 21:43 CET

El Gobierno está jugando a dos bandas. O a tres, o a cuatro, o las que haga falta para conseguir el apoyo suficiente para que los presupuestos de 2010 salgan adelante. El primer paso era conseguir que los grupos le dieran su respaldo para fijar el gasto máximo que podrá utilizar el Ejecutivo el año que viene, algo que le daría una idea de qué partidos le apoyarían en la negociación presupuestaria (techo de gasto). Y ahí ha errado. El PSOE iba a votar a favor de una subida de impuestos progresiva presentada por ICV a cambio de que estos hicieran lo mismo el jueves con el techo de gasto. Los catalanes han dicho que de eso nada y la propuesta ha resultado ser un bluf. ¿Qué ha movido al PSOE a este cambio repentino?

No es la primera vez que esto ocurre. Hace más o menos un mes CiU se dejaba querer por el PSOE y le convencía para que apoyara una reforma laboral ideada por los nacionalistas catalanes. Unas horas antes de que se anunciara formalmente, y con el pacto circulando ya por todos los corrillos políticos y de comunicación, los socialistas anulaban el acuerdo previa bronca de los sindicatos y de Izquierda Unida.

Los pactos al límite parecen ser parte de la estrategia que viene utilizando el Gobierno desde hace un tiempo de cara a la aprobación de los Presupuestos de 2010, que se empezarán a negociar a la vuelta de las vacaciones. Lo que pasa es que no siempre dan resultado tal y como se ha demostrado hoy.

El apoyo socialista a la moción de ERC-IU-ICV sobre la reorientación de la política fiscal (o lo que es lo mismo, subida de impuestos de forma progresiva) se venía gestando desde la semana pasada, según nos ha reconocido el autor de la misma, Joan Herrera. "Pero se aceleró ayer y se ha negociado durante toda la mañana", explica. Cuando todo el mundo daba por hecho el acuerdo —que incluía impuestos más altos a los más ricos, reforma de la ley Beckham y gradación en los 400 euros y el cheque bebé— el secretario del grupo parlamentario socialista, Eduardo Madina, que negociaba la enmienda, ha llamado a Joan Herrera para decirle que ya no había acuerdo.

Eran las seis de la tarde y la información, en muchos casos contradictoria, volaba por el Congreso. "Lo que más nos fastidia es que nos hayamos tenido que enterar por los medios de que se iban a abstener en el techo de gasto", nos admite Madina. Y es que las negociaciones —que han sido un ir y venir de llamadas de teléfono en escasas horas tal y cómo reconocen los protagonistas— tenían como condición sine qua non, según la versión socialista, que los grupos de la izquierda apoyaran en la votación del jueves al PSOE. A media mañana, cuando todos daban por supuesta la salida adelante de una moción que, entre otras cosas, obligaría a Cristiano Ronaldo a pagar al fisco mucho más de lo que lo haría con las normas actuales, Gaspar Llamazares avisaba de que el acuerdo no significaba un sí al techo de gasto propuesto por el Gobierno. Y todo se ha venido abajo.

El negociador Madina se ha enterado después de comer y ha empezado a conversar para frenar el acuerdo ( y eso que la enmienda, según ha reconocido el propio diputado, estaba vacía de contenido con verbos tipo "promover", "estudiar" y "valorar"). "La abstención no nos vale, no es coherente", ha dicho el portavoz socialista José Antonio Alonso. El ex ministro de Defensa ha explicado que no se puede pedir que se ingrese más (vía impuestos) si no se deja aumentar también los gastos por parte del Estado. Esto ha exasperado a los que están a la izquierda del PSOE: "Lo que no se puede hacer es decir que nosotros no les habíamos avisado cuando no ha sido así, ellos sabían desde el principio nuestra posición", cuenta Herrera tras la votación que ha salido negativa.

El enfado de estos grupos parlamentarios —que tanto se amaban cuando decidieron echar para atrás la reforma del mercado laboral de CiU el pasado mayo— tiene el origen en ese partido contra el que se conjuraron hace un mes. Según fuentes de estos grupos (y tal y cómo ha reconocido sonriente el diputado nacionalista Josep Sánchez Llibre), el aborto de la enmienda se ha producido por intervención de CiU. La teoría que se maneja es que el PSOE retiraba su apoyo a una subida de impuestos si los nacionalistas se abstenían el próximo jueves en una votación decisiva. Aún hay margen para las negociaciones. ¿Qué pasará?

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.

Di lo que quieras

Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.

Volver a actualidad Volver a portada
subir Subir al principio de la página