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ZP pone 4.500 millones; sindicatos y patronal nada de nada

  • El Gobierno está dispuesto a rebajar 1,5 puntos las cotizaciones de los empresarios
  • Sindicatos y patronal no se ponen de acuerdo ni en las alzas salariales
  • Octavio Granado plantea la posibilidad de que se pueda incurrir en déficit
Por PAULA CARRIÓN (SOITU.ES)
Actualizado 21-07-2009 14:27 CET

Los hombres de Zapatero (Javier Vallés y José Enrique Serrano) han puesto su tercera propuesta (PDF) en firme sobre la mesa del eterno diálogo social. El Gobierno ofrece ahora, con las vistas a conseguir un acuerdo antes de irse de vacaciones, una rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social de los empresarios —exactamente de las que paga por si te pones enfermo— de 1,5 puntos de carácter transitorio durante el año 2010 y de 0,5 ó 0,6 puntos de carácter permanente. Esto le costará al bolsillo público un mínimo de 4.500 millones de euros según se desprende de las palabras que esta mañana ha pronunciado el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado.

La propuesta del Ejecutivo, que se reúne a contrarreloj con unos y otros integrantes de la mesa del diálogo, no varía mucho de la propuesta inicial que lanzó el pasado 25 de junio (PDF) y de la segunda que mejoró 12 días más tarde. El Gobierno amplía las rebajas a las cotizaciones sociales de los empresarios aunque estos siguen sin estar contentos porque creen que es necesario rebajarles hasta cinco puntos. Por otra parte sigue ofreciendo 420 euros a los parados que se les acabe la prestación por desempleo durante seis meses (con la ventana abierta a que posiblemente se amplíe un año) algo que tampoco satisface a los sindicatos que piden que la cantidad se eleve a los 600 euros y sea inicialmente de un año y no de seis meses. Esta ampliación del presupuesto puede suponer hasta 900 millones de euros que también saldrán de las arcas del Estado.

El hecho de que ninguna de las tres propuestas haya conseguido convencer a las partes (así lo han manifestado en reiteradas ocasiones) pone en jaque diariamente el diálogo social. Ayer mismo se produjeron tres reuniones (dos a dos bandas Ejecutivo-patronal y Ejecutivo-sindicatos y otra tripartita Gobierno-patronal-sindicatos) y ninguno de los miembros pareció salir del todo contento del encuentro. Un reaparecido Granado (el ministerio de Trabajo ha cuasi desaparecido del diálogo dejándole el protagonismo a la oficina del presidente) ha marcado como límite en la negociación la estabilidad del sistema de la Seguridad Social.

¿Y eso cómo se traduce? El secretario de Estado no ha querido dar cifras claras pero ha dejado entrever que el Gobierno no pretende variar en absoluto el superávit de las arcas de la Seguridad Social que tienen marcado para el año que viene, que se sitúa en un pequeño 0,3%. Es decir, no quieren llegar al déficit en estas cuentas pero si el gasto que supone la rebaja le llevara a ello se pondrían en marcha unas "garantías suplementarias" que no han especificado. Si se firma el documento tal cual eso supondrá una cifra cercana a los 5.500 millones de euros que, sumados a los 11.000 millones que ha puesto para la financiación autonómica, ponen el gasto del Estado en un nivel muy alto.

¿Y tú qué das?

Si la tercera propuesta del Gobierno resulta aceptada por todas las partes, algo que probablemente se sabrá mañana, todo el esfuerzo de desencallar el diálogo social habrá sido del Ejecutivo. Ni sindicatos ni patronal han variado posiciones de sus propuestas iniciales: la CEOE pedía rebajas de cinco puntos en las cotizaciones y tratar el absentismo laboral mientras que los sindicatos querían ampliar la protección de los parados sustancialmente.

Desde Trabajo aseguran que arreglar la negociación colectiva (las alzas salariales y otros acuerdos laborales por sector o por zona) sigue siendo una de las exigencias para que haya documento. Ni sindicatos ni patronal han aceptado aún esa cláusula en la que se comprometen a ponerse de acuerdo en seis meses y desde hace tiempo el silencio es absoluto a este respecto.

El Ejecutivo no puede hacer nada en este sentido porque los cambios en la negociación colectiva competen sólo a los agentes sociales (la patronal pide más flexibilidad a la hora de tratar los convenios laborales y que se pueda estudiar el caso de cada empresa por separado) y estos llevan siete meses en la inactividad total. Desde CC OO aseguran que es muy difícil dar el 'sí' a llegar un acuerdo en seis meses en esa materia. "Lo único que podemos decir por ahora es que expresaremos la voluntad de hacerlo", comentan.

¿La última cena?

La formalización del cierre del acuerdo puede darse con cierta seguridad mañana por la noche, aunque fuentes sindicales ven más probable que se produzca la semana que viene y a la luz del día. El lugar elegido es de lo más solemne, el palacio de la Moncloa, residencia del presidente del Gobierno y lugar reservado para grandes encuentros.

Los asistentes a la cena irán acorde con el escenario elegido: ya están confirmados el anfitrión y director de las negociaciones José Luis Rodríguez Zapatero, y los capitanes de los sindicatos y de las patronales: Gerardo Díaz Ferrán (CEOE), un Jesús Bárcenas (Cepyme) que vuelve a ser aceptado en estos eventos, Ignacio Fernández Toxo (CCOO) y Cándido Méndez (UGT). La presencia del ministro de Trabajo, bastante desaparecido en esta recta final del diálogo, está aún por confirmar.

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