Desde el próximo 19 de octubre podrá verse en el Museo de Bellas Artes de Bilbao "El joven Murillo", una muestra cuyo cartel, obra de la agencia donostiarra Herederos de Rowan, no ha dejado indiferente a nadie.
Bartolomé Esteban Murillo, el famoso pintor hispalense del siglo XVII, está a punto de comenzar su gira por España. Un periplo que le llevará a visitar los museos de Bellas Artes de Bilbao y Sevilla y que parece más propio de los músicos de rock que de los genios de la pintura.
En este caso, sin embargo, ese símil entre ambas disciplinas no resulta tan extraño si tenemos en cuenta que "El joven Murillo", título de la exposición, se centra en los años de juventud del artista, una época que, se sea un genio o no, se caracteriza por su turbulencia y si no, que se lo digan a Caravaggio, uno de los referentes del pintor sevillano, cuyas aventuras sexuales, escándalos con la Iglesia y sus problemas con la justicia (éstas en su madurez, todo hay que decirlo) son casi tan famosas como su destreza con los pinceles.
Por su contenido, centrado en la juventud del pintor, la exposición permitía cierta irreverencia y desdramatización de la alta cultura. Un hecho que la agencia de San Sebastián Herederos de Rowan no ha dejado escapar y que ha aprovechado firmando un cartel que no ha dejado a nadie indiferente.
A pesar de contar con el beneplácito de los comisarios Alfonso E. Pérez Sánchez y Benito Navarrete, calificándolo éste último de "arriesgado y muy divertido", el cartel no ha gustado a los propietarios del cuadro que aparece en él, un autorretrato del pintor cuando rondaba los treinta años fechado entre 1650 y 1655.
Para los coleccionistas neoyorquinos que han cedido el lienzo para la ocasión, tanto riesgo y tanta diversión no les parece aceptable tratándose de Murillo y han pedido incluso la retirada del cartel, cosa que ha sido imposible de realizar, entre otras razones, por haberse impreso ya todos los elementos promocionales y de comunicación.
Lo cierto es que no es la primera vez que los grandes maestros de la cultura occidental son tratados con cierta mofa. Sin ir más lejos, se nos viene a la cabeza la campaña que la agencia Tiempo BBDO realizó no hace mucho para promocionar los conciertos para niños que organizaba el Teatro del Liceo de Barcelona. Unas gráficas en las que Mozart, Wagner y Bach eran el blanco de las bromas de los más pequeños y que, lejos que querer ser retirada, obtuvo diferentes premios en festivales publicitarios.
Como bien informa nuestro compañero Alejandro Arteche en el comentario número 3, finalmente los responsables del Museo de Bellas Artes de Bilbao han accedido a las presiones del propietario que había prestado el autorretrato para la muestra "El joven Murillo" y han retirado la campaña argumentando, según declaraciones al Correo Digital, que con ello "la pinacoteca intenta agradecer con el gesto la "generosidad" del coleccionista".
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