Misión: salvar el Womad

El mejor festival de música del mundo, creado por Peter Gabriel en 1988, que se celebra en Cáceres cada año, corre el riesgo de desaparecer. Edición tras edición, la falta de entendimiento con la Administración Local pone en peligro su continuidad. Era ya un tópico escuchar la frase: este es el último año de Womad en Cáceres. Pero esta vez parece ser la definitiva.

El Womad (World of Music, Arts & Dance) es más que un festival de grupos musicales. Y es más grande entre las calles del casco antiguo de Cáceres. Talleres, puestos de artesanía y propuestas culturales se mezclan con la música de los conciertos que llenan la Plaza Mayor, la de San Jorge o la de Las Veletas.

El espacio de la ciudad que sobrevivió a siglos, cambios y guerras se llena de color y de gentes de todas partes del mundo. La solidaridad, el respeto cultural y la diversidad no necesitan abanderarse en eslóganes porque se materializan de forma natural empujados por la música y la diversión.

Sustituir el Womad por un festival alternativo gestionado por entidades regionales es una idea que se suele proponer cada vez que se amenaza la continuidad del mismo. Podría ser una buena idea o una pésima alternativa, pues no se pueden reeemplazar ni la esencia ni la popularidad creada durante todos estos años de Womad cacereño. Las pretensiones de la candidatura de Cáceres como Ciudad Europea de la Cultura para 2016 pueden beneficiarse del Womad, aunque tal vez las autoridades locales piensen de otro modo.

El Consorcio Gran Teatro de Cáceres, que se encarga de las gestiones con la Organización, ha relanzado las negociaciones para intentar restablecer el diálogo con la Concejalía de Cultura y llegar a algún tipo de acuerdo que asegure, un año más, que abril vista de música y color las calles de Cáceres. Salvemos el Womad.