En una reunión con el presidente boliviano Evo Morales, el presidente venezolano aceptó con gusto el obsequio que su homólogo boliviano, que no era otra cosa que hojas de Coca para mascar.
Como no podía ser de otra forma aprovechó ese momento para lanzar uno de esos discursos revolucionarios a los que ya nos tiene acostumbrados: atacó a las mafias y al capitalismo ya que estos son los que demonizan el mascar coca y quiso separar los beneficios de la hoja de coca con los males que produce en la sociedad la droga derivada de esa planta, llamada cocaína. Con esto quiso acallar las críticas que se venían lanzando desde sus opositores políticos en el país venezolano, críticas que señalaban al presidente como consumidor de sustancias psicotrópicas. Hugo Chávez afirmó finalmente que de un tiempo a esta parte ha cambiado su desayuno habitual por el de mascar coca cada mañana.
Ese momento, que apenas trascendió en los medios de comunicación, se desarrollo en el marco de la cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Cada cumbre a la que asiste es una anécdota para el recuerdo.
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