A  VUELTAS CON LA SANIDAD

                           Hablar estos días de sanidad es como dar una perorata sobre la crisis del 98. No del 1998, sino de el anterior. De la guerra del 98 y su crisis, que dejó impronta en nuestro país. Inicié esta historia y no la voy a dejar a medio acabar.

                     No tiene más transcendencia que eso, mi historia, la que me podía inventar o la que creo entrever, esto es, mi apreciación. He hablado mucho del MIR, como si fuera un bicho raro, un sujeto peligroso. Simplemente he estado describiendo la historia de unos esforzados, de unos resistentes, más que residentes que se esfuerzan cada día,  bien con su dedicación, estudio, horas de desvelo y probablemente lágrimas. Unas de desilusión, de incomprensión. Aún es considerado en algunos medios como un "esclavo", del deber, de unos déspotas y de profesionales que realizan una cosa llamada acoso laboral. ¡Cuánto cuesta que llegue la democracia! El MIR es la mochila del médico docente, nada parecido al bush mochilero

                   Hay muchas historias de residentes, cada uno tiene su propia historia. Probablemente no interese a nadie, pero ayuda a comprender la complejidad de esta profesión. Si subimos en el escalafón, si se puede hablar de tal concepto, nos encontraríamos con el médico Adulto, con años de servicio, en calidad de interino, contratado o con plaza en propiedad. Cuando nombraba el escalafón parece que estemos ante una escala como en el ejército. Últimamente se ha hablado bastante de ello con ese concepto "Carrera profesional". Es todo lo contrario de una carrera profesional, simplemente es un concepto pecuniario por años de antigúedad después de destruir hace 20 años los trienios transformándolos en una percepción casi mísera. De nuevo otro concepto pesetas o euros que solo satisface al bolsillo y no solo de pan vive el hombre...

                   Aunque el sistema sanitario español es muy sencillito, consulta, volante, receta, análisis, radiografías y otras peticiones, se complica por que cada uno trabaja como le sale sin ningún tipo de evaluación que no sean objetivos de estancia y otras menores, pero complejas y diferentes por servicios, que hacen que sea una maraña, cuando se observan los resultados y actuaciones.

                   El resultado final es de descontento, para todos. Unos objetivables por que el paciente cuenta por tardanza. : Seis meses, un año, dos, pérdida de paciencia, coladeras recomendaciones, buscarse la vida. Otros, que todo es poco, pero nadie se va . También puede ocurrir que la frustración y la autoestima o falte o sobre. Queremos igualarnos a Europa, en todo, ahora hasta en idioma ¿Es posible? No cabe duda de que es un reto. Pero pienso que el que sea un reto y una aspiración y la necesidad de mejoría hasta llegar a ser modélica no es un arma política. No se puede sufrir de tantas maneras. Sufrimiento por presión del público, de la administración, de la industria, de las aseguradoras y además de la carrera de algún político desalmado que encima te crucifica , te lapida o simplemente te desacredita. Jose luis