La policía descubre una red que introducía hachís camuflado en camiones de basura

La droga podría haber alcanzado los 220.000 euros en el mercado. Un agente ha resultado herido al realizar la única detención de la operación. Otro sospechoso se ha dado a la fuga después de que la policía efectuara dos disparos intimidatorios.

El Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (GRECO) de Cádiz ha descubierto 50 kilos de hachís en un vertedero de Medina Sidonia. El alijo había sido camuflado entre desperdicios para después ser distribuido en España. La droga habría alcanzado en el mercado un valor superior a los 220.000 euros. En la operación ha sido detenido un hombre de 35 años, natural de la localidad gaditana, que responde a las sigla J.M.G.

La droga había sido introducida camuflada en camiones basura desde Marruecos hasta Ceuta. No se había registrado un método de introducir droga similar con anterioridad. Con este método evitaban la detección del hachís en la Aduana. La droga llegaba al vertedero de Medina Sidonia, donde era recogida por un empleado que después se la entregaba a otra persona para su distribución. La policía ha encontrado el hachís en el automóvil del detenido, dentro de dos fardos de arpillera de color azul.

Se han incautado un total de 500 tabletas de hachís, de 100 gramos cada una aproximadamente. El valor de la droga habría alcanzado los 68.190 euros vendida por kilos, y 221.052 euros por gramo.

Un agente herido y un huido en la operación

Los agentes de la Policía Nacional han seguido a los sospechosos hasta un vertedero del término municipal de Medina Sidonia. En el momento en el que iba a ser arrestado,  J.M.G. arremetió con fuerza contra un agente arrojándolo al suelo. Como resultado de la caída el agente se golpeó con fuerza la cabeza. El agresor, que huyó en un primer momento, fue finalmente reducido por los agentes del GRECO.

En el instante de la detención otro vehículo se detuvo junto al coche del detenido, en el que había sido cargada la droga. Un segundo sospechoso bajó del auto e intentó llevarse el coche de J.M.G., siendo conminado por la policía a que se entregara. El sospechoso volvió a su coche y emprendió la fuga, haciendo caso omiso a los dos disparos intimidatorios que realizaron los agentes. Las fuerzas de seguridad mantienen un dispositivo para localizar al huido.